Bailar a la Virgen y con la Virgen

En el pueblo conquense de El Herrumblar no se habla de otra cosa. Según aseguran los vecinos, el párroco negó que bailaran a la Virgen como vienen haciendo hace cuarenta años. Los herrumblareños decidieron pintar una imagen y celebrar el baile. Tanto el párroco como otros curas han afeado con mucha dureza su conducta en las redes sociales, tanto que alguno ha llegado a pedir a los vecinos: “¡Vaciad las iglesias!, ¡Apostatad!”.

Bailar a la Virgen y con la Virgen es una costumbre arraigada en numerosas regiones españolas y en muchos países de todo el mundo cristiano. Se bailan sevillanas a la Virgen del Carmen, se bailan a la Virgen de Cerca jotas en Navarra, se baila a la Virgen de Los Reyes, en El Hierro; se baila con chácaras y tambores a numerosas vírgenes en La Gomera; se baila a la Virgen de La Soledad, en Albacete…

La Virgen, las vírgenes, siempre se han asociado al componente trágico del dolor por la muerte de Cristo pero también, se le atribuyen otros rasgos gozosos como la belleza y alegría en el centro de miles de fiestas que recorren numerosos pueblos de América, Bolivia, Perú, México…

En estos casos, los devotos de sus vírgenes deciden compartir cantos, baile, momentos de felicidad que repiten cada año en homenaje a lo que para ellos representan sus imágenes a las que llenan de vida. Eso es lo que han aprendido por otra parte de un Dios hecho carne que habitó entre nosotros con sus discípulos y su madre que es representación de nuestras madres.

Hace dos años se produjo en la isla de Tenerife, en Los Realejos, una polémica muy parecida a la que han vivido en El Herrumblar, en Cuenca. En la barrio de La Zamora también es tradición desde hace 35 años bailar a la Virgen de Las Nieves mientras se escucha el pasodoble Islas Canarias. Pero el párroco se enfrentó a los vecinos, dijo que jugaban con la imagen y se dedicó a tomar fotos con su móvil con la amenaza de denunciarlos. Los vecinos opinaban otra cosa: “Nos dicen que somos unos maleducados y jugamos con la imagen cuando el baile se hace con mucho respeto y cariño por la patrona", destaca en vecino. A la conversación se suma el presidente de la comisión de fiestas. "A uno se le quitan las ganas de organizar las fiestas. Esto lo hacemos por los vecinos y sobre todo por ella, por la Virgen", apunta algo emocionado”.

Es cierto que llama la atención que la música elegida en El Herrumblar sea “El vals de las mariposas” y puede pensarse que existe una gran distancia entre esa música y la religiosidad en estado puro.

Pero las tradiciones, en especial cuando no hacen daño a nadie, personas o animales, cuando sirven para rendir un jubiloso homenaje a la idea que los vecinos tienen de su patrona, a la que bailan y celebran, deben respetarse, tal vez mejorarse o dotarlas de una mayor calidad artística.

Se han interpretado tanto a lo largo de la historia los principios del cristianismo que tal vez podrían concretarse en el amor, la solidaridad y la tolerancia.

Lo que parece chocar frontalmente con las duras palabras lanzadas por uno de los curas de Cuenca en las redes sociales.

elObservadorDCLM