¿Qué está pasando con el agua?

El agua tiene divididos los territorios y los partidos. Existe un constante desasosiego en todo lo que rodea el agua del Tajo sobre todo cuando, a estas alturas de año, ya se han trasvasado 100.000 millones de litros de la cabecera del Tajo a los campos de la huerta levantina. Rajoy no recibió en ningún momento al presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, aunque sabemos que Sánchez le recibirá el próximo 15 de octubre en Moncloa, pero una vez más Murcia se adelanta ya que la visita de López Miras al presidente del Gobierno se ha producido este mes de septiembre. 

Lo que inicialmente parecía un principio de concordia, diálogo y negociación en torno al agua, vuelve a ser un deja-vú de lo ya vivido hasta ahora, lo que coloca en una situación difícil al Gobierno castellano-manchego que seguramente esperaba algo diferente.

AGUSTINA GARCÍA, MILAGROS TOLÓN Y EL PP

De entre todos los miembros que componen el Gobierno regional, la más contundente ha sido la consejera de Fomento, Agustina García, que no cesa de exigir al Gobierno de Pedro Sánchez que cumpla con los compromisos adquiridos, e incluso ha llegado a lamentar el cambio de discurso del presidente del Gobierno. 

Por su parte el Ayuntamiento de Toledo, cuya alcaldesa se encuentra entre las personas que configuran la ejecutiva del PSOE nacional, Milagros Tolón, ha aprobado incluso una moción en la que se insta al Gobierno central a poner punto final al trasvase e impedir nuevas derivaciones de agua a Levante. Algo que se ha aprobado con los votos favorables de PSOE y Ganemos-IU en el Consistorio toledano y a lo que PP y Ciudadanos se han abstenido a pesar de hacerse con frecuencia las fotos con los vecinos que piden el fin del trasvase. El populismo de los populares podría llamarse de foto. 

El PSOE de Castilla-La Mancha ha dejado claro que seguirá pidiendo el fin del trasvase Tajo-Segura, gobierne quien gobierne en el Estado español. Los socialistas actúan en este caso con toda lógica ya que es su posición de partida y defienden lo que consideran de "justicia", aunque también se muestran en cierto modo decepcionados.

GARCÍA-PAGE: "UNA MALA DECISIÓN DEL GOBIERNO"

Por otro lado, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha llegado a decir sobre las nuevas transferencias de agua a Murcia que son una "mala decisión del Gobierno".

Los ciudadanos contemplan decepcionados los pasos que se van dando en relación a caudales ecológicos, trasvases de agua, regadíos, plagas o en una palabra la apariencia mortecina del río que nos lleva. Se vuelve a sentir la impotencia de no poder hacer nada para evitarlo, mientras tratan de tranquilizarse con la esperanza de la reunión de Page y Sánchez, del día 15 de octubre. Sin embargo, Pedro Sánchez ya se ha reunido con el presidente de Murcia, López Miras, para dejarnos claro que "Las decisiones sobre el trasvase estarán siempre avaladas por el criterio técnico", mientras la composición de la Comisión de Explotación que decide ese criterio técnico no ha variado y sigue siendo la misma que con el Gobierno de Mariano Rajoy. 

DE MOMENTO, LAS DECISIONES SON LAS QUE ADOPTARON LAS COMUNIDADES GOBERNADAS POR EL PP

El presidente del Gobierno de la nación ha dicho que "Se seguirá cumpliendo lo establecido en la ley vigente sobre el trasvase Tajo-Segura", que tampoco se ha modificado. Se trata de la ley que aprobaron de común acuerdo las cinco comunidades autónomas afectadas cuando todas ellas estaban gobernadas por el Partido Popular. 

Sánchez insiste en que "El Gobierno trabaja para la mejora de la autonomía y la garantía de abastecimiento de las cuencas receptoras del trasvase Tajo-Segura" y dice que "Se dará mayor protagonismo a la desalación que debe pasar a ser una fuente convencional". Suponemos que esto último es lo que exige la consejera de Fomento del Gobierno de Castilla-La Mancha, aunque los ciudadanos aún no hemos visto ni un solo paso en esa dirección.

En Murcia duermen tranquilos mientras siguen aumentando los regadíos sin control y con ello las demandas de agua al tiempo que en Toledo, Aranjuez y Talavera de la Reina se sigue contemplando la cloaca exterior de la Comunidad de Madrid, que antes ocupaba el cauce del río Tajo. En Guadalajara siguen bebiendo agua de las cisternas y los agricultores miran al cielo esperando la lluvia para sus cultivos aquí, en nuestra tierra. 

DCLM