El agua se mueve y moverá el molino de las conciencias

Parece que el curso de los ríos de España avanza imparable hacia su liberación. Nos parecía normal ver un paisaje y contemplar al fondo una mancha blanca serpenteante, tierra reseca donde antes hubo un río caudaloso. Nos ha parecido normal contemplar como uno de los ríos más importantes de nuestra geografía se iba degradando hasta que su agua se nos presentaba como un peligro tanto para el baño como para beber y para albergar en su seno y en sus riberas una vida sana. Parecía que debíamos resignarnos a ver espuma en el mismo cauce de ese río, el Tajo, exprimido por las constantes trasfusiones al Segura, a la huerta murciana, a las urbanizaciones y los campos de golf de Levante. Han pasado ya 51 años desde la aprobación del trasvase el 15 de febrero de 1967. Han pasado 39 años desde que las primeras aguas del Tajo llegaran a Levante a través de aquella faraónica obra del franquismo. La huerta murciana fue creciendo al mismo tiempo que los mares de Castilla iban menguando. Los empresarios turísticos de Entrepeñas y Buendía tuvieron que abandonar sus negocios, la navegación, las casas rurales…Una ruina, un secarral. 

Pero ha sido el Tajo, el trasvase, la clave para promover finalmente una conciencia que se plasmará en la próxima Ley del Cambio Climático que se debate en el Congreso y esperemos apruebe finalmente el Gobierno de Pedro Sánchez. PSOE, Podemos, Compromís y Esquerra han firmado ya un documento con unas bases amplias y sólidas: la cuenca del Segura debe ser autosuficiente y reajustar sus necesidades.

Coincide en el tiempo con una decisión del Tribunal Supremo a solicitud de SEOBirdLife y Ríos con Vida en relación con los caudales ecológicos: no es suficiente con el agua embalsada, sino que se ha de respetar la corriente natural de los ríos.

Sin agua no hay vida. Parece que el agua se mueve y que moverá al fin el molino de las conciencias.

elObservadorDCLM