Nuevas investigaciones vinculan a Cospedal con la captación del chófer de Bárcenas para sacar de su casa papeles sensibles custodiados por la familia

Aparece de nuevo el policía que intervino en la investigación a José María Barreda a través de la agencia de detectives Método 3. El diario digital El Español asegura que Interior recurrió al policía de confianza de Cospedal, Andrés, Gómez Gordo, para captar al chófer de Bárcenas, Sergio Javier Ríos. Gracias a esta colaboración, los agentes consiguieron información importante que custodiaba la familia Bárcenas y que afectaba al Partido Popular en asuntos de corrupción. Estos datos nunca pasaron los juzgados.

Aparece de nuevo en escena Andrés Gómez Gordo, inspector de la Jefatura de Policía de Madrid, a quien Cospedal nombró Director de Análisis y Documentación del Gobierno de Castilla-La Mancha. Otro periódico, Público, informó que Gómez Gordo había gozado de un meteórico ascenso en la policía tras ofrecer servicios a Cospedal, entre ellos contratar, a través de un abogado, a la agencia de detectives Método 3 para que investigara los ordenadores del Gobierno de José María Barreda. Posteriormente se supo que la agencia había investigado al propio Barreda, a su mujer, Clementina Díez, y a los hermanos del ex presidente de Castilla-La Mancha. También se especula que los detectives investigaron al actual presidente de la Junta, Emiliano García-Page.

Las nuevas informaciones vinculan a Gómez Gordo, el policía de confianza de Cospedal, en la llamada Operación Kitchen con la intención de captar al chófer de la familia Bárcenas, Sergio Ríos. El policía y el chofer habían trabajado juntos con el ex consejero de la Comunidad de Madrid, Francisco Granados. Por entonces, Ríos era chófer de Granados y el policía trabajaba en la empresa que se encargaba de la seguridad de la Ciudad de la Justicia.

APARECE VILLAREJO

Según El País, el comisario Enrique García Castaño, detenido en julio como presunto integrante de la trama encabezada por Villarejo, quiere aportar ahora pruebas en el juzgado sobre supuestos pagos con fondos reservados al chófer de la familia Bárcenas para que localizara y entregara documentación supuestamente comprometedora cuando Luis Bárcenas ya estaba en prisión. 

Según El Español, el policía de Cospedal, Gómez Gordo, “fue la persona clave para que el chófer de Bárcenas aceptara colaborar con la policía a cambio de dinero y de ser luego admitido en el cuerpo”.

Gómez Gordo niega los hechos. Reconoce que fue contactado para establecer el contacto con el chófer de la familia Bárcenas pero asegura que se negó. El que fue director de Análisis y Documentación con Cospedal, volvió luego a la policía. Según varios medios, “aquel policía que investigó a Barreda con dinero de la Junta volvió a la policía donde vivió un ascenso meteórico. Al acabar el mandato de Cospedal, en 2015, la secretaria general del PP le colocó en la Dirección Adjunta Operativa, junto al comisario José Villarejo y fue premiado con una medalla roja que conlleva una pensión vitalicia, por el entonces ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, “a pesar de llevar sólo cuatro meses en un puesto de oficina y de que, para obtenerla se necesita haber puesto en riesgo la vida, según dicta la ley”. Gómez Gordo es hoy comisario de policía.

Según El Español, en los papeles sustraídos de la casa de Bárcenas como resultado de estas operaciones aparece una mención directa a la relación del chófer con “un alto cargo del Gobierno de Cospedal en Castilla-La Mancha”. 

Y finalmente aparece una anotación manuscrita por la mujer de Luis Bárcenas en la que puede leerse: “Sergio ha creado a través jefe presidencia Cospedal disco duro. Muertos de miedo”.

DCLM