La grave amenaza de los Regantes de Murcia, Alicante y Almería

Las recientes amenazas a la ministra de Transición Ecológica vienen a confirmar que los regantes de Murcia, Alicante y Almería son algo más que unos empresarios privados que durante muchos años han impuesto su negocio y su capricho sobre las aguas del Tajo. Tras las últimas riadas en la zona, las balsas de agua se vieron desbordadas y numerosos cultivos aparecieron anegados lo que también motivó desperfectos en las propias infraestructuras del trasvase. 

Con buen criterio y cumpliendo con el programa de ahorro y de transición ecológica, el ministerio solo autorizó para noviembre 7,5 hectómetros cúbicos de agua del trasvase para consumo humano. En Murcia consideraron esta decisión una grave amenaza, reclamaron agua para el riego de sus negocios y finalmente se han comportado como auténticos mafiosos amenazando al Gobierno de Estado, junto a los regantes de Alicante y Almería, con llevar a cabo “acciones de guerrilla que irán en aumento” hasta que se apruebe el trasvase para riego.

Desde el PSOE de Castilla-La Mancha se ha criticado duramente este ultimátum: “Este tipo de amenazas son impropias de un país democrático”, al tiempo que han instado a la ministra, Teresa Ribera, a no verse condicionada y seguir con el cambio en la política del agua.

Una vez más se echa de menos la unidad en nuestra región igual que existe en Murcia donde todos los partidos políticos apoyan al lobby de los regantes de las huertas y al trasvase Tajo-Segura. En Castilla-La Mancha se esperan otras declaraciones contundentes de partidos como Podemos, Ciudadanos y el PP.

Al margen de consideraciones políticas y económicas, un estado democrático no puede, en efecto, consentir amenazas como estas que, por otra parte, dejan al descubierto el poder absoluto del que han gozado hasta ahora estos empresarios privados que se atreven a chantajear al Gobierno para que ceda a sus pretensiones porque si no llevarán a cabo esas “acciones de guerrilla”.

Ni es el mejor camino para un futuro entendimiento, ni un grupo de empresarios puede ni debe lanzar este tipo de amenazas sin quedar ya absolutamente desautorizados.

DCLM