Nueva reprobación en el horizonte político

Han sido tan graves las reprobaciones del PP que sus miembros se ven obligados a reprobar cualquier cosa para borrar la sombra de las que llevan en su mochila. Por eso el Partido Popular ha iniciado, ayudado por Ciudadanos y jaleado por VOX, una ronda que debería ser de negociaciones pero se trata de reprobaciones, a los cargos socialistas ya que a la de la ministra Dolores Delgado se le podría sumar la del director del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), José Félix Tezanos. 

De momento son 7 los ministros (5 del PP y 2 del PSOE) aunque hay que incluir además a un Fiscal General del Estado y a un fiscal jefe anticorrupción, en ambos casos nombrados por el Partido Popular.  

La primera en ser reprobada por el Senado, fue la ministra de Fomento, la socialista Magdalena Álvarez, en el año 2007 por el caos del transporte en Cataluña. En 2016 fue reprobado Jorge Fernández Díaz, ministro del Interior del Partido Popular, por "investigar adversarios políticos".

Sin embargo el primer ministro reprobado por el Congreso de los Diputados, fue el ministro de Justicia del Partido Popular Rafael Catalá, en el año 2017, por "injerencias en los casos de corrupción que afectaban a su partido". Una de las reprobaciones más graves y feas de la democracia, ya que iba acompañada además de la reprobación a José Manuel Maza (fiscal General del Estado), y Manuel Moix (fiscal jefe anticorrupción), ambos nombrados por el Partido Popular.  

Poco después supo lo que era una reprobación Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda del Partido Popular, por "inconstitucionalidad de su amnistía fiscal de 2012". También fueron reprobados Alfonso Dastis y Juan Ignacio Zoido, ambos ministros del Gobierno del Partido Popular, por "incumplir las cuotas de acogida de refugiados a las que se habían comprometido el Gobierno de Mariano Rajoy con la Unión Europea". 

La última en ser reprobada ha sido la actual ministra de Justicia, Dolores Delgado, en una acción promovida por el Partido Popular, por considerar que la titular de Justicia no había defendido al Juez Llarena, aunque se la criticó por sus conversaciones con Villarejo, que al fin y al cabo eran eso, conversaciones privadas. Nada que ver con los encargos, los mandatos o las escuchas que protagonizaron el matrimonio López del Hierro-Cospedal. 

Ahora al PP se le hace necesario buscar otra reprobación para tratar de igualar cuando menos con las suyas, pero les está costando mucho trabajo, por eso esta vez han fijado la diana en el presidente del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), José Félix Tezanos, al que el PP acusa de falta de neutralidad e imparcialidad y de "tunear" las encuestas.

Al buen observador no le hace falta que nadie le explique nada, simplemente sumar el número de reprobaciones y comprobar las razones de las mismas, porque queda muy bien dibujado el panorama político del que tanto presume Partido Popular. 

DCLM