Cabreados por el mundo: el dedo de Núñez/Cospedal señala a los candidatos del PP a las principales alcaldías de Castilla-La Mancha

La ex presidenta del PP-CLM sigue omnipresente entre los populares castellano-manchegos, aunque ahora la visibilidad sea otra. La salida de Cospedal de la ejecutiva regional del PP solo se ha notado en las fotos de la cena de navidad que hasta ahora eran monográficas para comprobar los modelitos “alta costura” de la señora de López del Hierro. Este año no lo hemos podido comprobar porque no ha transcendido ni una sola foto. Para ser más exactos ha trascendido una para demostrar que estuvo en la cena, pero ya. No se sabe muy bien si fue porque nadie se quiso fotografiar con ella, o porque los populares no querían que supiésemos que ella cenó en Toledo, lo que induce a pensar que, como siempre, siguen cabreados con el mundo. Unos más que otros, siguen instalados en ceño fruncido permanente y el mal carácter habitual que el PP ha mantenido durante toda la legislatura, algo que ha trascendido, como no podía ser de otra manera, a sus candidatos a las alcaldías.  

Ahora que se van haciendo públicas las cabezas de lista de las capitales de provincia, vemos que los ciudadanos de Castilla-La Mancha han recibido una nueva ración de "más de lo mismo". 

En Albacete se mantiene Manuel Serrano, actual alcalde que no debe su cargo a la votación de los albaceteños, sino a la dimisión de Javier Cuenca. Fue presidente de la Escuela de Tauromaquia y responsable de comunicación del PP de Albacete y defiende el sillón con las herramientas que considera necesarias.

En Guadalajara, Antonio Román, también actual alcalde, aunque en este caso no por una dimisión ni un cese, sino por un acuerdo con Ciudadanos que ha derramado ríos de tinta. Vio peligrar su sillón cuando intentó sacar la cabeza del tiesto en las primarias, muy cabreado por cierto, pero "alguien" consiguió que estuviera quietecito. Antonio Román fue diputado nacional en la VII legislatura, de nuevo gracias a una sustitución, la de Ana Guarinos; aunque después lo fue por derecho propio en la X. Sea como fuere, el candidato popular ya ha adelantado, cuando ha sido preguntado por Vox, que "no excluye a nadie en los acuerdos futuros".

Para Ciudad Real aparece el hombre de talante tranquilo, pausado pero igualmente cabreado con la vida. ¡Qué difícil es verle sonreír! Núñez va a intentar remediar lo que no consiguió Rosa Romero en las últimas elecciones. Romero está atada en la mesa del Congreso, sin poderse mover, porque de hacerlo Pablo Casado y el PP perderían un lugar en el Congreso de los Diputados. A eso hay que sumarle que Romero también intentó, junto con Román, sacar la cabeza del tiesto en las primarias. Todo ello ha obligado al PP a buscar un candidato para Ciudad Real. Entonces Francisco Núñez piensa: ¿qué haría en mi lugar Cospedal? y acierta una vez más cuando se dibuja en el horizonte el nombre de Francisco Cañizares.

En Toledo, Claudia Alonso intentara remediar los resultados de Jesús Labrador. La diputada regional ha dado muestras de estar o parecer eternamente cabreada con el Gobierno regional en su conjunto y de manera muy especial con su presidente y los consejeros de Educación y Sanidad, capaz de alterar la realidad en sus afirmaciones para conseguir algo de atención. Llega a atreverse incluso a pasear con una pancarta contra los trasvases, cuando el agua se nos marcha gracias al memorándum de la que fue su jefa de filas, Cospedal, por mandato de una ministra de su Gobierno (de Rajoy). Pero eso a su ética y a su moral no le afecta. Soporta estoicamente ver cómo los manifestantes le dan la espalda, la ignoran e incluso les pone de quicio su presencia, pero habiendo una  cámara y/o un periodista cerca dará igual. Sacará su sonrisa de dentífrico, como si no pasara nada.

Estos cuatro cabreados andan por el mundo a la espera del quinto. El de Cuenca. El actual alcalde ya ha dicho que no se presentará a la reelección y el primer teniente de alcalde también fue de los quisieron sacar la cabeza fuera del tiesto con el mismo resultado que los anteriores. Por tanto, ya existe la seguridad de que no será el elegido. Ahora, lo difícil es apuntar el dedo hacia alguien en Cuenca.  Las quinielas hablan de la senadora Montserrat Martínez... solo hay que esperar.

Si alguien no entiende el dicho de "apuntar con el dedo índice a alguien implica apuntarse a sí mismo con los otros cuatro dedos" lo puede comprobar muy fácilmente mirando al PP de CLM.

Cospedal apunta a Núñez y a ella la apuntan Serrano, Alonso Cañizares y Román, porque al final son una piña. Deberían tener cuidado porque también se dice que cuando dos cabezas piensan lo mismo, es que una de las dos no piensa, bueno en este caso serían cinco las que no piensan y una que sí.

DCLM