Violencia machista: ¿En quién se puede confiar?

La secretaria de organización de CCOO en Toledo, Mayte García, ha iniciado una ronda de peticiones a todos los candidatos a las alcaldías de la provincia para que se comprometan a no pactar con partidos que rechazan la lucha contra la violencia de género. Eso facilitaría mucho la decisión del voto femenino y retrataría a los candidatos a las próximas elecciones, pero mientras lo consigue o no lo consigue y hasta el próximo mes de mayo, solo queda observar las declaraciones de cada uno de los candidatos y sus compromisos reales con las políticas de igualdad. No sirven buenas palabras en los discursos ni en los mítines, sino hechos palpables y tangibles. En este punto de partida, de momento, el Ejecutivo de García-Page ha demostrado estar del lado de las mujeres frente a esta lacra social de la violencia de género, y lo ha hecho no solo con palabras sino también con hechos. Es evidente que no ha ocurrido con el PP que cerró, bajo el Gobierno de Cospedal, un buen número de Centros de la Mujer recortando considerablemente las partidas presupuestarias al efecto.

En Castilla-La Mancha el Gobierno regional ha sido pionero en la puesta en marcha de una Ley que pretende terminar con esta injusta situación. Ahora sólo queda esperar ese compromiso de los candidatos de todos los partidos políticos que se presentarán a la elección autonómica y también a las municipales. Los ciudadanos están esperando escuchar esa condena, tajante y clara, solicitada por CCOO a Claudia Alonso, que será la candidata a la alcaldía por Toledo, pero también a Francisco Núñez candidato a la presidencia de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, para saber en quien se puede confiar. Para saber si Alonso hará con el tema "mujer" lo mismo que con el trasvase Tajo-Segura: salir en las fotos de las manifestaciones, pero no mover un dedo para evitarlo,o si Núñez va a repetir lo de que las mujeres "...que preparan la comida, que tienen la casa lista, que cuidan de toda la casa y toda la familia. Que además son buenas esposas, buenas madres..."

Cuando aún resuena y causa malestar la sentencia de La Manada y aún conmocionados por el crimen de Laura Luelmo somos testigos de las exigencias de Vox en Andalucía para erradicar todas las políticas creadas con esfuerzo al objeto evitar la violencia sobre las mujeres. 

No tiene importancia para el partido ultraderechista, que en estos momentos pacta con PP y C´S, el asesinato de Laredo (Cantabria) primero de este 2019. Ni la violación a una menor de 17 años en Burriana (Murcia) ni la de Cuenca durante la noche de fin de año. No es extraordinario ni trascendental que se hayan detenido a 5 personas por violencia machista en Euskadi en los dos primeros días de este año, ni que se hayan violado, antes de terminar el año anterior, a 5 ancianas en una residencia de Barcelona, una de ellas con 104 años que murió dos días después. No cuentan por tanto para Vox las 372.000 sentencias condenatorias a hombres por violencia machista en los últimos 12 años. 

Las 47 mujeres asesinadas en 2018 entran dentro de la normalidad para la ultraderecha y para quien les sigue el juego. Esta situación, según su criterio, no requiere medidas excepcionales y lo que es más grave, se está utilizando como moneda de cambio para conseguir el sillón de la presidencia de Andalucía. 

La derecha ignora  la violencia de género y las movilizaciones del 8 de marzo, porque ignora a las mujeres como ignora el cambio climático y a los refugiados, con la misma falta de escrúpulos que hace bromas de la Ley de Memoria Histórica.

Son algo más de 395 mil votos del partido de Santiago Abascal, los que se están imponiendo a más de un millón del Partido Socialista que ha creado las políticas contra la violencia de género a los que se sumarían 600.000 aportados por Adelante Andalucía que está de acuerdo con ellas. Falta saber si los más de 700 mil del PP y los más de 600 mil de C´s juegan el juego de la ultra derecha para dejar a las mujeres andaluzas desasistidas frente a la violencia machista. 

Solo hay que darle tiempo al tiempo... 

DCLM