Ya tiene la derecha más cerca sus ansiadas elecciones para intentar que el PP recupere el poder

Ya tiene más cerca sus ansiadas elecciones el bloque ultra con la intención de que el PP recupere el gobierno. Al margen de la fecha, antes o después, el posible resultado es ahora mismo una incógnita pues los escenarios que decidirán el voto de miles de indecisos van cambiando cada día. El tiempo huye demasiado deprisa y lo que ahora mismo parece determinante, mañana habrá caído en el pozo del olvido. La legislatura de Pedro Sánchez habrá sido tan breve como el tiempo transcurrido desde que Mariano Rajoy se fue una tarde a un bar con parte de su equipo antes de abandonar la política debido a la gravedad de las sentencias judiciales sobre la corrupción de su partido. Tampoco podemos olvidar la caída de Cospedal tras hacerse públicas las conversaciones con Villarejo y la supuesta implicación de su esposo en maniobras para espiar a otros u ocultar pruebas a la justicia.

La novedad es la irrupción de Vox, en realidad una facción del nuevo PP más radical, más populista y que destila ideas que creíamos ya superadas y ancladas en el pasado medieval o tribal, ahora que el futuro nos adelanta con la nueva Era Digital.

Ciudadanos parece el tercer brazo del PP, la versión más suave que se convierte en radical para los electores en el momento en que apoya a un gobierno con PP y Vox. Parece que el partido naranja ha renunciado ya a aspirar a una mayoría que le permita gobernar algún día.

El panorama es confuso también en la izquierda con un PSOE que no termina de convencer aunque seguramente sea el partido más votado. La breve legislatura de Sánchez ha demostrado que existe otra manera de administrar las cuentas públicas, que son posibles unas políticas más limpias y más sociales en beneficio de una mayoría y que, entre otras cosas, pueden subirse las pensiones. Lo mismo que demuestra cada día García-Page en Castilla-La Mancha quien parece obrar el milagro de los panes y los peces multiplicando las inversiones y los puestos de trabajo de los empleados públicos con parecido presupuesto al de las tijeras de Cospedal.

En ese huidizo tiempo, tal vez Podemos consiga volver a generar el entusiasmo de sus votantes junto a Izquierda Unida. Podemos parece haber abandonado cierta irracionalidad del pasado, ha crecido políticamente y resulta más fiable para la izquierda salvo alguna oveja despistada o descarriada. En España hace falta más que nunca una izquierda comprometida, social y cercana a los intereses de la mayoría.

Los restos serán seguramente determinantes otra vez, nacionalistas y pequeños partidos que entregan sus votos a quienes les ofrecen más a cambio. En todo caso y en el nuevo panorama no queda muy clara la jugada de los independentistas catalanes rechazando los presupuestos porque ninguno de los escenarios previstos mejorará sus aspiraciones. Mientras, ha quedado claro que la escalada radical de unos favorece a sus oponentes y viceversa, lo que genera nuevos giros inesperados en las pulsiones de los votantes.

A ver qué pasa mañana y pasado y al otro y entonces podremos observar de otra forma el panorama . Ojalá se asentara la sensatez en vez de las manipulables sensaciones.

elObservadorDCLM