Aprovechando que el Tajo pasa por Toledo, el PP pasa del Tajo

Vale Aprovechando que el Tajo pasa por Toledo, los políticos del PP de la provincia, vuelven a sonar a unísono en modo consigna-política para afirmar que hay que dejar el agua fuera de la campaña electoral. Así lo han manifestado desde su secretaria general, Carolina Agudo, a la candidata a la alcaldía de Toledo, Claudia Alonso, pasando por el alcalde de Talavera de la Reina, Jaime Ramos. 

Tiene que ser costoso y doloroso que el Tribunal Supremo eche abajo un Plan Hidrológico elaborado por sus correligionarios bajo la batuta de Mariano Rajoy y María Dolores de Cospedal. ¿Cómo asumir la derrota? La solución es evidente, intentando dejar fuera de la campaña un tema que preocupa tanto a la ciudadanía como es la escasez de agua, y su pérdida a pasos agigantados gracias a la línea marcada en el Memorandum de Cospedal, que recordamos fijó en 400 hectómetros cúbicos cuando los expertos del propio Ministerio proponían un mínimo de 800. 

Deberían los políticos del PP-CLM preguntar a quienes instalaron un negocio náutico en los embalses de cabecera y tuvieron que cerrar o a quienes los mantienen con un esfuerzo sobrehumano. Pueden preguntar a los regantes de Ciudad Real, a quienes la ministra del PP, Tejerina, se negó a reconocer en el decreto de sequía, o a los habitantes de determinados pueblos de las provincias de Toledo, Guadalajara o Cuenca que tienen que aguardar a las cisternas cada verano para poder beber.

La candidata del PP, Claudia Alonso, afirma ahora con rotundidad que defenderá lo que ha defendido siempre: "primero Toledo y primero el Tajo", pero eso no es lo que ha defendido siempre. No defendió el Tajo cuando su partido creo un Plan Hidrológico hoy más injusto que nunca, que ha dado como resultado una modificación importante de su articulado, por imperativo del Tribunal Supremo. No defendió el Tajo, cuando se asignaron los decretos de sequía. No defendió el Tajo cuando se autorizaban los trasvases desde su Ministerio de Agricultura. No defendió el Tajo ni siquiera cuando desde el consistorio toledano se le pidió apoyo para formalizar el Pacto de Toledo por el Tajo, ya que se abstuvo en la votación e incluso votó en contra del recurso contencioso administrativo que planteaba la modificación del Plan Hidrológico Nacional presentado por el Ayuntamiento ante la sección quinta de la sala tercera del Tribunal Supremo. 

Claudia Alonso no ha defendido nunca el agua del Tajo, como tampoco lo hizo Jaime Ramos. Dos políticos que tienen el mismo color que quienes cometieron los errores y que no fueron capaces de decirles a sus jefes que se estaban equivocando. ¿Que pueden pedir ahora? no pueden pedir más que lo que están pidiendo: que no se hable del agua en la campaña electoral, pero es que a los ciudadanos les importa el Tajo.  

Es evidente que de forma implícita están reconociendo la pésima gestión realizada por el Partido Popular, incluidos ellos mismos, con la gestión del agua y especialmente en forma de escarnio público en Castilla-La Mancha.  

Alonso afirma que "Ahora hay una oportunidad histórica para solucionar los problemas del río", ¿Es que antes bajo el Gobierno del PP no la había? ¿Por qué no propiciaron la oportunidad histórica desde el PP de Castilla-La Mancha? La candidata no quiere que se hable de agua en la campaña pero dice que "Tenemos una oportunidad histórica para elegir representantes a nivel nacional, a nivel autonómico y local que vengamos a defender lo que preocupa a los ciudadanos". ¿Acaso ha empezado a preocuparles a los ciudadanos ahora? ¿Por qué no lo defendieron antes? ¿No dice que no hay que hablar del agua en la campaña? ¿Por qué pide el voto a cambio de realizar unas gestiones que pudieron haber realizado en el pasado y no lo hicieron? ¿Por qué no se puede hablar del agua?.

Con tanto interrogante vienen bien las palabras del portavoz del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Toledo, José Pablo Sabrido, quien ha manifestado en rueda de prensa que todos aquellos “que han pretendido insultar a la inteligencia de los toledanos diciendo que estas políticas (las de Cospedal) eran lo mejor para la ciudad, pidan perdón; ha tenido que ser el Tribunal Supremo el que les desmienta, ya no tienen mejor cosa que hacer que pedir disculpas”.

DCLM