VOX contra la democracia

Estas elecciones son mucho más que un voto en una urna, son la constación de que la ultraderecha española, aislada durante las últimas cuatro décadas, va a llegar a las instituciones. Eso es una realidad, al margen de cuál sea su representación. Cabe la preocupación, en la medida en la que sus declaraciones y propuestas atentan contra buena parte de los derechos que tanto esfuerzo ha costado traer a este país. Pero no es menos cierto que España representa una democracia sólida y encontrará los mecanismos necesarios para frenar a esta ultraderecha de moda. 

El partido de Abascal recurre al miedo y a la ignorancia como antídoto para sumar votantes. Aunque olvida algo fundamental, hay más gente valiente que cobarde y más gente formada (muchos de ellos en el día a día) que ignorantes. Su última táctica un tuit en el que piden que "comience la batalla" y señalan en el objetivo de su diana a los independentistas, a medios de comunicación, a feministas, a anarquistas, a comunistas, a los colectivos LGTBI o antifascitas. 

Al final uno termina pensando que el problema de estos señores a caballo es que les molesta la diversidad,  la cultura...; les molesta la riqueza del país al que tanto dicen amar.  Pero por encima de todo, les molesta la democracia. 

En este punto, cabría decirles de forma rotunda, vaya usted a saber si con dibujitos para que lo entiendan bien, que no vamos a renuniciar ni a uno solo de nuestros derechos y libertades. Esta democracia costó sangres, sudor y lágrimas y no vamos a permitir que se ponga en tela de juicio.

<blockquote class="twitter-tweet" data-cards="hidden" data-lang="es"><p lang="es" dir="ltr">¡Qué comience la batalla! <a href="https://twitter.com/hashtag/PorEspa%C3%B1a?src=hash&amp;ref_src=twsrc%5Etfw">#PorEspaña</a> <a href="https://t.co/TVgdcP1Kw5">pic.twitter.com/TVgdcP1Kw5</a></p>&mdash; VOX  (@vox_es) <a href="https://twitter.com/vox_es/status/1122427641750011904?ref_src=twsrc%5Etfw">28 de abril de 2019</a></blockquote>
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Tampoco está de más, recordar que España es el único país de la Unión Europea en el que la derecha no ha puesto un cordón sanitario a la ultraderecha para aislarla, probablemnete porque pensaron que podría jugar a su favor. Y ahora que el tiempo corre en contra, ya es tarde señora. 

En cualquier caso, frente a quienes apuestan por romper el estado de bienestar, destruir nuestra democracia, restarnos derechos y libertades, les diremos alto y claro que la batalla la vamos a librar los ciudananos y ciudadanas convencidos de que en este país hay espacio para todos y de que las diferencias nos hacen mejores.