Una pasada de reconocimiento en Falcon

La derecha una y trina está que trina. ¿Qué hicimos mal para no sumar como aseguraban nuestras encuestas?, se preguntan una y otra vez, incapaces de mirarse al espejo. ¿Acaso no éramos nosotros quienes arrasábamos en las fiestas y en los tugurios, cuando acampábamos de cañas por nuestra España, ondeada al viento por nuestras banderas? Alguno recordará tal vez que fue nuestra Cospedal la que entronizó a Casado para vengarse de Soraya a quien ahora muestran bailando y riendo en la imaginería de los memes. No pudieron sumar ni las armas, ni los toreros, ni las cayetanas, ni los bertines, ni los insultos: traidor, felón, ilegítimo, chantajeado, deslegitimado, mentiroso compulsivo, ridículo, adalid de la ruptura en España, irresponsable, incapaz, desleal, catástrofe, ególatra, chovinista del poder, rehén, escarnio para España, incompetente, mediocre, okupa.

España no puede prescindir de un valor seguro, capaz de proferir 19 insultos en un minuto aunque haya decepcionado a los que se pensaban eternos, y hoy, deprimidos y desarmados, dicen que España ya no es un lugar seguro. Antes sí lo era gobernado por los corruptos, con sus paraísos fiscales y su policía patriótica.

Un poco de fe les pediríamos, fe en la democracia y en los que hemos considerado que la España de todos debe avanzar con sabiduría, fuerza y con belleza, sin insultos y sin armas; sin bravucones.

Un día después de doblar nuestra papeleta y meterla en el sobre y en la urna, hemos subido al Falcon, pilotado por Tezanos e invitados por el presidente y hemos dado una vuelta de reconocimiento por la España de todos.

elObservadorDCLM