¿Por qué lo lógico es que Emiliano García-Page gane las elecciones del 26M?

En la atmosfera política alternan momentos de incertidumbre con otros en que las cuentas parecen estar mucho más claras. Periodos en los que resulta imposible aventurar los resultados de unas elecciones y otros en los que caben pocas dudas sobre quien conseguirá suficientes escaños para gobernar.

Aunque los resultados de unas elecciones siempre están en cuarentena, lo lógico es que García-Page vuelva a gobernar cuatro años más en Castilla-La Mancha después del 26M. 

Los motivos son múltiples y muy claros. Cospedal fue una de las principales responsables de la destrucción del Partido Popular, una especie de Daenerys de la tormenta a lomos del dragón de las malas artes que también trasladó esa realidad a Castilla-La Mancha: su gestión fue un auténtico desastre.

García-Page es todo lo contrario: vive en la región, nos conoce bien y ha demostrado que le importan las personas y trabaja para la gente. Le está costando al actual gobierno un tremendo esfuerzo anular y revertir los efectos de decisiones lesivas para Castilla-La Mancha como la paralización de las obras de todos los hospitales públicos, dentro de un plan premeditado del PP para asfixiar los servicios públicos y las ayudas sociales. La sombra de Cospedal es muy alargada y no parecen sus actuales líderes capaces de lavar su imagen aunque al ser menos atractivos e influyentes en su partido tengan también menos posibilidades de hacernos daño con traiciones que favorecieron a otros territorios a costa nuestra: el actual blindaje de un trasvase que sigue destruyendo el Tajo y el odiado basurero nuclear en Cuenca impuesto por Cospedal, obra inaudita que ya ha paralizado el gobierno de Pedro Sánchez.

De esta forma, Page ha conseguido el respaldo de la región invirtiendo la aguja de la brújula, también orientada en contra de nuestros intereses en relación con toda la gestión económica. Al margen de las millonarias indemnizaciones que ha debido pagar el actual Gobierno por despidos improcedentes y otras decisiones anuladas por los tribunales, con el PP subió el paro y nunca se cumplieron, con el ejecutivo de Cospedal, los objetivos de déficit, deuda y regla de gasto marcados por el gobierno del Estado. Castilla-La Mancha es la región en que más ha crecido el empleo en los últimos cuatro años y ahora, con un presupuesto similar al anterior, nuestra región ha dejado de estar sometida al control reforzado que el Ministerio de Hacienda ejercía sobre las cuentas de la comunidad autónoma. Hacienda ha ratificado que la región castellano-manchega ha cumplido con los tres objetivos recogidos en la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera. Esto significa, según ha celebrado el consejero de Hacienda y Administraciones Públicas, Juan Alfonso Ruiz Molina, que 'los hombres de negro' se marchan de Castilla-La Mancha porque "somos una región que cumple con todos y cada uno de los objetivos que fija la ley". Ahora, Castilla-La Mancha puede volver a los mercados financieros. Déficit, deuda y regla de gasto han superado los objetivos.

A todo ello hay que sumar la dignidad y la limpieza. Dignidad de nuestra región que durante el anterior gobierno se entregó por un plato de lentejas que solo favorecía al apetito de ascenso de Cospedal en su partido y a los intereses de otros territorios. 

En cuanto a la limpieza, desde que gobierna García-Page no ha existido una sombra de corrupción en ningún cargo ni funcionario del gobierno. La nómina del PP es ya tan extensa que la propia Cospedal tuvo que abandonar la vida política dejando en la peor posición a su partido tanto a nivel nacional como en Castilla-La Mancha.

elObservadorDCLM