Obsesionados con los sillones

El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha dicho que “ve al PSOE obsesionado por los sillones” y que “no quieren soltarlos”.

Lo primero que se le ocurre a quien le escucha es preguntarle: realmente ¿quien está obsesionado con los sillones, Pablo?

Pedro Sánchez ha explicado que al PSOE y a Podemos les unen muchas ideas conjuntas en políticas sociales pero les separan otras importantes como su visión sobre la apuesta de los catalanes por la independencia. Diferencias que hacen inviable un cogobierno. Se supone que los miembros de un gobierno son uña y carne, pueden mostrar en las reuniones del Consejo de Ministros sensibilidades o pensamientos diversos pero nunca diferencias en temas tan vitales como el separatismo catalán.

Otra cuestión es la fiabilidad de Podemos. En 2015, Podemos de Castilla-La Mancha obtuvo dos diputados y se mostraron públicamente convencidos en contra de aspirar a sillones en el Gobierno de García-Page. Apoyaron la investidura del presidente socialista y dos años después, en 2017, votaron con el PP contra los presupuestos de Page que solo apoyaron cuando les ofrecieron sillones en el Gobierno. Una vez que entraron en el ejecutivo, Podemos pasó en Castilla-La Mancha a la clandestinidad, apenas se supo de ellos más que para escenificar algunas confrontaciones internas.

Ahora, el Podemos de Pablo Iglesias está presionando a Pedro Sánchez al que solo apoyará para formar el Gobierno de España si incorpora a ministros de la formación morada. Esperemos que los egos den paso a la razón en estos complejos momentos de vetos y frentes.

elObservadorDCLM