García-Page, "el comprometido"

Quienes hemos nacido en el mundo rural y creemos en el potencial de los pueblos como el único corazón real que hace latir el mundo, sabemos de la importancia de la política. Cada medida adoptada en el Palacio de Fuensalida condiciona nuestro futuro y lo cierto es que con los años también hemos aprendido que no da igual quién ostente el bastón de mando.

Poco podemos añadir a lo ya dicho en relación a los cuatro años de Cospedal al frente de esta región. Ella sola dejó claro que el mundo rural no era una prioridad… Aunque lo cierto es que tampoco lo fueron las políticas sociales, la igualdad de oportunidades, el empleo… Nada en esa legislatura fue beneficioso para esta tierra. A excepción, eso sí, de su marcha definitiva de esta comunidad, y sus comparecencias públicas para el recuerdo “en diferido”.

Frente a su modelo apareció Emiliano García-Page, y en pocos meses demostró que existe otra forma de entender la política, una en la que las personas son el epicentro. Política social gestionada por una economía social. Invertir más para ganar más mejorando la vida de los ciudadanos y ciudadanas.  El socialista lo ha repetido en numerosas ocasiones, él quería ser y hacer lo contrario que había hecho su predecesora y lo ha conseguido.

Compromiso. Esa palabra bien puede resumir la pasada legislatura de García-Page. Compromiso con Castilla-La Mancha, con cada rincón de esta tierra.  Ese también es su aval para estos cuatro años que comienzan.

El empleo, las políticas sociales o las inversiones en infraestructuras son medidas imprescindibles para cualquier región. Exigibles a cualquier político, pero también asumibles, en mayor o menor medida, por todos los cargos públicos. Sin embargo, ha habido en estos cuatro años de Emiliano una sensibilidad especial, digna de reconocimiento, hacia el mundo rural y también en lo relativo al papel de la mujer en la sociedad.

Políticas concretas destinadas a fomentar la igualdad real de oportunidades, políticas dotadas de financiación que ponen de manifiesto que los mensajes del cargo público están acompañados por hechos.

Probablemente García-Page ha conseguido, durante los pasados 4 años, reconciliar la política y la sociedad, después del paso de Cospedal por esta región. Algo, a priori, difícil pero que el resultado electoral del pasado 26 de julio ha constatado. La victoria de Emiliano es la victoria de la política entendida como herramienta para mejorar la vida de una tierra y de quienes la habitan.

Es cierto, que el jefe del Ejecutivo castellano-manchego tiene un toque 'conservador´en sus posiciones, pero progresista, y mucho, en sus actuaciones. Pongamos un ejemplo muy actual, no veremos a Emiliano desfilando en una carroza el día del Orgullo, pero sí se compromete con los derechos de este colectivo.  

García-Page es un político particular con una forma particular de entender a su partido, el PSOE. No exento de polémica. Sin embargo, sí podemos asegurar que a Castilla-La Mancha la ha entendido a las mil maravillas.

I. M. M.