¿Habrá Gobierno?

Más de diez horas de debate. El candidato a la presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez, centró su programa en seis amplios aspectos con muchas propuestas concretas como un nuevo Pacto de Toledo que asegure las pensiones, seguir con el pleno apoyo a las mujeres, impedir las subidas abusivas de los alquileres, incluir a los dentistas en la Seguridad Social, desarrollar la transición ecológica y la era digital, proteger a los autónomos, regular la eutanasia y la muerte digna, mejorar los sueldos de los jóvenes trabajadores o una ley integral de la familia. Sánchez terminó asegurando que está “dispuesto a correr el riesgo de un gobierno con Podemos” en la misma línea de los últimos doce meses garantizando cuatro años más de progreso: "queremos gobernar con ustedes y esa mano la tienen ustedes tendida...Si finalmente no llegamos a un acuerdo para un gobierno de coalición, podemos llegar a un acuerdo de investidura o acuerdos de legislatura, como alternativa a que ustedes (Podemos) voten con la derecha "por segunda vez en tres años...Espero que faciliten un gobierno progresista para España en los próximos 4 años".

Tiene menos escaños que el Partido Popular pero Albert Rivera se erigió en líder de la oposición y dio la sensación que el mejor camino para justificarlo es lanzar en el Congreso un discurso agresivo hablando de terroristas, de banda, de fascistas, de odiadores, de yugos. Mientras Pablo Casado sale de su silencio de meses y pasa casi desapercibido, Albert Rivera sigue utilizando todo lo que critica con la máxima dureza para promocionarse como líder, sigue siendo, en este sentido, el mejor aliado de los independistas. Pedro Sánchez le respondió con educación parlamentaria: "me alegro de verle", le recordó que “en democracia se respeta al adversario”, pero Rivera le dijo: “usted se dedica a insultar” cuando, en realidad, nadie había escuchado un insulto de Sánchez a Rivera, todo lo contrario. El líder de Ciudadanos se quedó solo en el hemiciclo con su agrio discurso, mientras muchos de sus antiguos compañeros han abandonado un barco naranja en el que no se reconocen ya por la deriva de Rivera que ha preferido salir del centro para pactar con el PP y con Vox.

Se esperaba la intervención de Pablo Iglesias. Nada más empezar, dio la sensación de que aún queda camino para alcanzar, si se alcanza, un pacto que permita la investidura de Pedro Sánchez. Con tono moderado, en las antípodas de Rivera, se refirió a las negociaciones hasta ahora fallidas para formar un gobierno de coalición y reprochó al candidato que le haya pedido la abstención al PP y a Ciudadanos. Luego le explicó a Sánchez por qué Podemos quiere formar un gobierno conjunto repitiendo algunas medidas incluidas ya en el discurso del candidato: vivienda, escuelas, hacienda, energía y ley LGTBI. Le pidió no ser un mero decorado en su gobierno “porque no lo podremos aceptar” pero no quemó las naves, dejó la puerta abierta a un gobierno de coalición de izquierdas. Iglesias recordó que había retirado su exigencia de ocupar un ministerio para no dejar excusa a Sánchez en la formación de un gobierno de coalición: "Tenemos la oportunidad de crear un gobierno de izquierdas" pero tanto Iglesias como Sánchez se ocuparon de responsabilizar al otro de un posible fracaso.

Queda en el aire una gran incógnita. Sánchez asegura que si hay que ir a elecciones el fracaso será de todos: ¿habrá gobierno?

elObservadorDCLM