Cs: La "banda" en el ojo ajeno y la "desbandada" en el propio

Es evidente que el enconamiento de Cs con Pedro Sánchez, está llevando a la deriva a la formación naranja, porque en realidad no es un enconamiento de Cs, sino un enconamiento de Albert Rivera. El lento y largo rosario de dimisiones importantes dentro de su partido ya debería haberle dado señales al líder naranja, de que es mejor fijarse en las "desbandadas" del ojo propio, que en las "bandas" del ojo ajeno, absurdas y repetitivas de sus discursos. 

Las discrepancias empezaron el 24 junio en Asturias con la dimisión del candidato a la presidencia de Asturias, Juan Vázquez, según argumentó en su momento "porque la formación naranja había cambiado su orientación". Esto ocurrió el mismo día en el que un miembro de la Ejecutiva nacional, Javier Nart, dejaba también su cargo orgánico como consecuencia del veto del partido naranja al PSOE, además de los pactos realizados con la derecha. Nart justificó su decisión "tras la negativa de su partido a no negociar con Sánchez". 

Un día después (25 de junio), después de realizar el nombramiento de Rivera a la suplente de Juan Vázquez en Asturias, Ana Rosa Fonseca, esta tomó el mismo rumbo que su predecesor y no aceptó el nombramiento alegando "la postura de su partido y la alianza de este con PP y Vox". 

Cuatro días después (29 de junio) el responsable de Economía de la Ejecutiva nacional, Toni Roldán, decide seguir el camino de sus compañeros, por el escoramiento de su partido a la derecha y en concreto "por los pactos con Vox y la decisión de no facilitar el gobierno de Sánchez", alegando además que "se han desvirtuado los principios de reformismo, regeneración y la batalla contra el nacionalismo".

Ya el 6 de julio, Xavier Pericay, uno de los fundadores de Cs y líder en Baleares dimitió a consecuencia de “la desolación por el devenir de su partido”. 

El pasado 18 de julio, le tocó el turno a Francesc Carreras, otro de los fundadores de Cs, que dejó clara su marcha por "discrepancias del veto a Pedro Sánchez". La salida de Carreras tuvo un aderezo complementario, muchos de los miembros del comité ejecutivo se sintieron molestos con el líder naranja, Albert Rivera, porque no dio traslado del escrito de dimisión de Carreras al resto de sus componentes, silenciando la dimisión. 

Este viernes se suma la última de las salidas del partido naranja, tras el bochornoso espectáculo dado en el Congreso de los Diputados y el mono discurso de las "bandas" por parte de su líder. Esta vez ha sido el responsable de Hacienda, Francisco de la Torre, quien además de dejar sus responsabilidades orgánicas, hará lo propio con las políticas dejando también su escaño de diputado por Madrid en el Congreso de los Diputados. De la Torre llega a afirmar en su escrito, que actualmente Cs es parte del problema político de España y no de su solución. El diputado naranja afirma que "No considera digno de un partido centrista el “no es no” a Pedro Sánchez" y que "la estrategia, el tono y las formas no son las adecuadas".

El niño mimado Rivera se queda solo con su juguete, desplazando a la "banda" de amigos de juego que tenía hasta ahora, por no saber dosificar las manifestaciones soberbias de sus decisiones, aunque ahora seguramente hablará de la “pinza” PP-PSOE para acabar con Cs. Lo contrario sería admitir su madurez, porque como diría Facundo Cabral: “Culpar a los demás es no aceptar la responsabilidad de nuestra vida, es distraerse de ella”, y ya sabemos que las "pinzas" son su juguete favorito para justificar lo injustificable. 

P. Moratilla