Las portavoces hablan pero no dicen lo mismo. Adriana, Cayetana, Inés, Irene e Iván

Sin duda marcarán las diferentes maneras de concebir la política y diferentes maneras de concebir la vida social y familiar. Por poner algunos ejemplos, mientras la portavoz socialista Adriana Lastra mantiene alejadas sus circunstancias personales de los medios, la de ciudadanos Inés Arrimadas se pasea con su marido ante los medios. Sin embargo las historias de la XIII Marquesa de la Casa Fuerte, Cayetana Álvarez de Toledo, y portavoz del PP, son públicas debido a su "rancio abolengo" familiar. Por su parte Irene Montero (UP), lo mismo que Iván Espinosa de los Monteros (Vox), comparten públicamente su relación matrimonial al desarrollar su actividad laboral en común con sus consortes. Montero e Iglesias, sin querer han llamado la atención de los ciudadanos por la compra de su chalet, mientras que Espinosa de los Monteros y Monasterio, pasean por las redes fotos familiares, tal vez con excesiva frecuencia. 

Para presumir de hijos no es necesario exponerlos a las fotos de las peligrosas redes sociales, además de corroborar aquello de "dime de qué presumes y te diré de qué careces". 

Cuatro mujeres y un hombre serán las voces de los partidos políticos mayoritarios en el Congreso de los Diputados. Eso podría significar un paso adelante en la lucha por la igualdad, pero no todos opinan de la misma manera, ni defienden los mismos medios, y ni reivindican los mismos derechos. 

Adriana Lastra (PSOE) afirma que "Cada vez que hay avances en igualdad viene luego un ola de involución" y esto puede ser el ejemplo más palpable. Nunca la defensa de la igualdad había logrado cotas tan altas como en los últimos tiempos, y ahí están PP y Vox sacando flecos y puntillas para iniciar una batalla que no va con ellos, algo que queda  demostrado en la afirmación de Irene Montero (UP): "Recortar no es feminista, porque cuando recortasen sanidad o educación, al final, la carga de esas tareas que no asumió la Administración Pública, la asumen las mujeres a sus espaldas" y ¿quién recortó más que nadie sobre todo en Castilla-La Mancha? el Partido Popular.

El discurso feminista a Inés Arrimadas (CS) le viene un poco grande, haciendo necesario recordar aquello de "si lloras por no ver el sol las lágrimas no te dejarán ver las estrellas", sobre todo cuando hace afirmaciones del tipo "Feminismo no es decir portavozas sino cambiar de políticas", algo más que evidente que no tiene mayor análisis y en lo que todo el mundo estará de acuerdo, incluso las que hablan de “portavozas”, y es que ya lo dijo el proverbio chino hace siglos: "Cuando el sabio señala la luna, el tonto mira al dedo". 

El "portavox" Iván Espinosa de los Monteros habla poco de feminismo, salvo para afirmar sobre el 8 de marzo que "No vamos a participar en esta pantomima subvencionada", porque para hablar de feminismo ya está su consorte Rocío Monasterio, provocadora donde las haya dentro de la lucha por la igualdad, pero para denigrarla. 

Lo excepcional es que un partido constitucionalista y mayoritario como el PP, con posibilidades de gobierno y gobiernos demostrados, haya elegido a Cayetana Álvarez de Toledo como portavoz parlamentaria en el Congreso de los Diputados. Las meteduras de pata de la diputada por Barcelona son habituales y no para contratar un logopeda que le haga perder el acento argentino, que dicho sea de paso podría no se sabe muy bien si consiguió el objetivo, sino por el contenido de sus palabras. "La huelga feminista del 8M me parece un disparate", "¿ustedes van diciendo si, si, si hasta el final?", "El feminismo busca un enfrentamiento identitario entre hombres y mujeres" o "Un silencio no es un no". Tampoco es un sí, marquesa de la Casa Fuerte.  

Cinco portavoces, y diferentes maneras de ver la vida. Seguramente también serán diferentes las maneras de hacernos llegar la información. 

P. Moratilla