Los hombres separados son los que más reciclan

El 77% de los castellano-manchegos declara disponer de un espacio en su casa para depositar los envases en el cubo amarillo (envases de plástico, latas y briks). Respecto a la franja de edad, el ejemplo en materia de reciclaje lo dan las personas de entre 35 y 54 años (85,4%), mientras que los jóvenes entre 25 y 34 años se encuentran a la cola con un 57,8% de recicladores habituales.

Así lo desvela el 'Estudio de hábitos de reciclaje', elaborado por el Instituto Apolda para Ecoembes --organización medioambiental sin ánimo de lucro que coordina el reciclaje de envases en España--, que refleja que los hogares de Castilla-La Mancha tienen una media de 2,9 cubos para poder reciclar, un dato que aumenta con respecto al año anterior, rompiendo así con el mito de que es difícil reciclar por la falta de espacio en casa.

De hecho, según se desprende de este informe, los recicladores afirman que separar los residuos es una labor importante "aunque no todo el mundo lo haga" y que "reciclar bien los envases es motivo de orgullo como ciudadano".

Entre todos los perfiles de la región, los que más reciclan son los hombres. En concreto, el 100% de las personas separadas en Castilla-La Mancha asegura tener en sus hogares más de un espacio en casa para separar y tirar los residuos, y uno de ellos destinado al contenedor amarillo. A estos le siguen las personas divorciadas (85,2%) y los casados (83,2%).

Los resultados concluyen que la sociedad castellano-manchega cada vez tiene menos dudas a la hora de depositar los residuos en el contenedor adecuado. Así, el 74,8% afirma asociar y tirar siempre en el contenedor amarillo las botellas, botes o garrafas de plástico y el 67,1% en el caso de los briks.

Las tarrinas y los vasos de yogurt (62,8%) y las latas de bebida (62,5%) son otros de los envases que más se relacionan y depositan en este contenedor.

Por su parte, tapas metálicas de frascos (35,1%) y bandejas o envoltorios de aluminio (34,2%) son los que menos se asocian con el contenedor amarillo y, por tanto, los que menos se reciclan.