Los Ribereños pedirán "agua para beber" aunque no puedan votar

El presidente del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (SCRATS), Lucas Jiménez, se siente como pez fuera del agua, y nunca mejor dicho, aunque en realidad nunca fue pez. 

No sirven de nada las desaladoras, ni que haya sequía en toda la meseta castellana, mientras el exceso de lluvias en Murcia provoca la necesidad de pedir ayudas para las inundaciones. El SCRATS sigue pidiendo su ración de agua para seguir almacenando en balsas lo que debería permanecer en los embalses por ley. 

Esta vez ha cambiado el escenario. A pesar de que la Mancomunidad del Taibilla, responsable del "agua de boca" de la cuenca del Segura, siempre se ha sentado en las reuniones de la Comisión de Explotación del trasvase Tajo-Segura, esta vez tendrá que compartir espacio, por justicia, con la Mancomunidad de los Municipios Colindantes de los Pantanos de Entrepeñas y Buendía, que por primera vez tienen voz, aunque se les priva del voto. Algo difícil de comprender, cuando los usuarios del Segura sí tienen voto. 

Esta presencia ha llevado al presidente del SCRATS a sacar sus fauces de lobo, cuando afirma que "Nosotros también somos usuarios y además los principales". Jiménez se equivoca enormemente. Las principales siempre serán las personas y el agua potable. Los regantes son secundarios pero, su expresión, sí deja ver quién está detrás del sindicato murciano que valora como prioritario el regadío a pesar de la sed de las personas y  en contra de la legalidad vigente. 

No solo es secundario el regadío al agua de boca, también es secundaria la región de Murcia, receptora, a la cuenca del Tajo, cedente que se encuentra atravesando un mayor índice de sequía actualmente. 

A las demandas de "agua de boca" habituales de la cuenca cedente, hay que sumar la necesidad de agua para consumo humano en Ciudad Real, Almagro y Bolaños de Calatrava entre otras localidades situadas en la cuenca del Guadiana donde, los embalses correspondientes a la provincia de Ciudad Real, se encuentran al 26% y comienzan a ver peligrar el suministro de agua potable. 

Por si todo esto fuera poco, el pasado mes de agosto, en la última reunión de la Comisión de Explotación el Ministerio de Transición Ecológica dio a conocer la posibilidad de mandar agua a las Tablas de Daimiel, en estado de alerta ecológica los últimos días, algo que fue ratificado por la Confederación Hidrológica del Guadiana. Por si el presidente del sindicato de regantes no lo sabe,  las demandas medioambientales, también tienen preferencia sobre los regadíos. 

Por todo ello, esa consideración del presidente del SCRATS de que los regantes del levante son los "principales usuarios", debe quedar rebajado a una "bravuconada" de alguien a quien solo le importan sus propios intereses a costa de la destrucción del vecino sin darse cuenta de que está matando a "la gallina de los huevos de oro", si no la ha matado ya.

Sólo nos queda saber cuánto agua irá ese mes de septiembre al acueducto Tajo-Segura.

P. Moratilla