El cinismo de Albert Rivera o el límite de la cara dura

El líder de Ciudadanos asegura que comparte “su indignación con los españoles” porque no se merecen “este bloqueo”. Lo dice el mismo Albert Rivera que rechazó en innumerables ocasiones reunirse con Pedro Sánchez y aseguró, tanto en público como en privado, que nunca facilitaría la investidura de Pedro Sánchez, ni con el voto a favor ni con la abstención. Si el PP y Ciudadanos se hubieran abstenido, Sánchez podría haber sido investido por mayoría simple sin que Unidas Podemos hubiera votado a favor. 

NEGATIVA TRAS NEGATIVA A REUNIRSE CON PEDRO SÁNCHEZ

Tras una primera negativa de Albert Rivera a reunirse con Sánchez, a principios de junio Moncloa volvió a solicitar un encuentro “discreto” con el PP y Ciudadanos. Pablo Casado acudió al encuentro pero Rivera volvió a decir que no: “la dirección de Ciudadanos ha respaldado no apoyar la investidura ni por activa ni por pasiva”, dijo a pesar de que algunos de sus compañeros, empresarios y medios de comunicación se indignaban porque Sánchez tuviera que depender de los nacionalistas.

Al contrario que Pablo Casado que sí acudió a todos los encuentros aunque se negó a apoyar la investidura, el dos de julio Albert Rivera se niega de nuevo a reunirse con Pedro Sánchez “porque no tiene nada que hablar con el presidente en funciones”. El PSOE consideró la postura de Rivera como “una falta de decoro institucional sin precedentes”.

La reiterada negativa de Rivera a negociar con Sánchez se llegó a convertir en algo cercano al ridículo. En una sesión del Congreso, el 22 de julio, Pedro Sánchez se acercó a él y le dijo “me alegro de verle”.

DESAPARECIDO EN AGOSTO

Luego, Albert Rivera desapareció todo el mes de agosto de vacaciones aunque antes había exigido a Pedro Sánchez que “trabajara en agosto para garantizarse la investidura”. Nadie supo nada de Rivera durante todo ese mes. No dijo ni pio sobre la crisis del Open Arms, ni sobre el incendio de Gran Canaria, ni sobre el bloqueo de las negociaciones del PSOE con Unidas Podemos. Nada sobre la que se lió en las redes cuando Marcos de Quinto, diputado de Ciudadanos, que percibía 7 millones al año como presidente de Coca Cola, aseguró que los inmigrantes del Open Arms “están bien comidos”. 

Cuando reapareció en septiembre, la portavoz de Ciudadanos, Lorena Roldán rechazó la asistencia de Rivera a las rondas de contactos y acusó a Pedro Sánchez de “tener reunionitis”.

Y en la recta final, en medio del bloqueo de Ciudadanos y PP y el desencuentro del PSOE con Podemos, abocados ya a elecciones, con sondeos muy negativos para Ciudadanos, llegó la propuesta de última hora con tres requisitos para la abstención que según Sánchez ya se cumplían. Una abstención que no hubiera servido de nada porque Casado insistió en el bloqueo, situación que, según Rivera, le indigna tanto a él como a los españoles.

Curioso personaje este Albert Rivera.

DCLM