Echániz, la "renovación" impuesta por el PP nacional a CLM

Cospedal dejó cabreados incluso a los suyos, a excepción de Tirado, Riolobos y Gregorio que ahí siguen a pesar de que todas las quinielas les dejaban fuera de las listas en esta última convocatoria. Los lugares para los que se ha propuesto a Tirado y a Riolobos, habían sido preparados con mimo por Núñez para Santiago Serrano y Claudia Alonso, pero la larga sombra de Cospedal se sigue viendo en el horizonte castellano-manchego, salvo que, en un arrebato de honestidad, lo impida Casado en Madrid e imponga en Toledo a los candidatos que Núñez tenía pensados. Algo poco probable a juzgar por las opiniones vertidas en los últimos días en relación con la elaboración de las listas, reconociendo que la elaboración de las listas "siempre es dolorosa y agridulce".

El PP de Casado no ha tenido ningún reparo en quitar de la lista del Congreso a Silvia Valmaña y sustituirla por el que fuera consejero de Sanidad en Castilla-La Mancha, José Ignacio Echániz. El resultado dibuja un paisaje político del PP en Castilla-La Mancha con los mismos líderes políticos de los "mejores" tiempos de María Dolores de Cospedal. 

La ciudadanía podrá preguntarse si esto es la "renovación", el "relevo", la "innovación" o el paso a las nuevas generaciones en los cargos, pero solo el PP tiene la respuesta. 

LA SORPRESA DE ECHÁNIZ

¿Quién le iba a decir a Echániz que volvería a Castilla-La Mancha tras haber sido defenestrado por Cospedal? 

Hay quien dice que esta región tiene dos consejeros dignos de ser recordados Fernando Lamata (PSOE) y Juan Ignacio Echániz (PP) por motivos muy diferentes. El primero por empeñarse en construir en Toledo uno de los mejores hospitales de Europa. El segundo por evitarlo. 

El hospital hoy ya es una realidad gracias al Gobierno de García-Page, a pesar de haber tenido que pagar una cantidad ingente de dinero por la paralización de la obra que hizo precisamente Echániz. El popular ha sido uno de los consejeros más impopulares de la historia de esta región y arrastra en su mochila "sanitaria" el despido de los interinos, la paralización de las obras y el cierre de los centros de salud de la región.

Una gestión que dejó una enorme brecha en su currículum, hasta el punto de llegar a ser considerado responsable de la derrota electoral posterior, última en la que se presentó Cospedal en esta tierra. A partir de ese momento la propia ex presidenta inició una guerra abierta contra Echániz, apartándolo de su entorno y vetándolo para cualquier otro cargo político. 

Esta situación fue la que llevó al ex consejero a colocarse en las filas del entonces enemigo número uno de María Dolores, Pablo Casado, durante las primarias del PP. Hecho que el actual presidente del PP agradece enormemente hasta el punto de colocarlo el número 8 en la lista al Congreso por Madrid en las pasadas elecciones, tras haber sacado de las mismas a Andrea Levy.

En esta convocatoria el presidente del PP ha visto la oportunidad de recuperar a un hombre de su confianza, dejando hueco en la lista por Madrid. Un político incombustible que ha estado cerca de situaciones "complicadas" como en el caso "Lezo" que llevó a todos los consejeros del Gobierno de Gallardón a ser imputados, salvo el propio Echániz, que se libró al ser aforado en el Tribunal Supremo. 

Echániz comenzó siendo concejal del Ayuntamiento de Guadalajara en el año 87 y desde entonces no ha dejado de llevarse un salario público hasta el día de hoy, alternando Madrid y Guadalajara como base de operaciones. Así ha sido consejero de Sanidad del Ayuntamiento de Madrid, diputado regional en Castilla-La Mancha, consejero de Sanidad en la Comunidad de Madrid (con Gallardón), consejero de Sanidad en Castilla-La Mancha (con Cospedal) y diputado nacional durante seis legislaturas, cuatro de ellas por Madrid y dos por Guadalajara. 

Hoy José Ignacio Echániz es la "renovación" del PP en Castilla-La Mancha, junto con Tirado, Riolobos, Cañizares y Gregorio. 

DCLM