Un poco de calma, señores y señoras

Estaba cantado que los actores políticos aprovecharían la sentencia del procés y, especialmente, los sucesos que se ocasionaran luego en las calles, mucho más en las puertas de unas elecciones. En las mejores ocasiones se trata de aplicar el sentido común y el derecho constitucional, conciliar la libertad que otorga la democracia con el control de las provocaciones de unos y otros. En los peores casos se siguen apreciando gestos hipócritas de quienes están deseando que se produzcan enfrentamientos para utilizarlos en su beneficio. Un poco de calma, que la violencia engendra violencia y ahora mismo lo más importante es mantener la calma. Estaría bien que propiciar la calma y la unidad fuera premiado por los electores. No queremos pensar que haya nadie esperando una desgracia. Vemos también como se utilizan las banderas para airear las diferencias. En este país llevamos largos años de un uso y un sentimiento extraño con la bandera nacional. Ahora que vamos a enterrar en la historia a Franco sería un buen momento para levantar la bandera de todos porque la derecha y la ultraderecha se apropiaron de ella y el resto no la mira con buenos ojos porque representa una ideología en vez de un símbolo que arropa a o todos en toda la Patria.

Parece más que demostrado que nuestro Estado de Derecho y nuestra democracia son ya lo suficientemente sólidos como para exigir comportamientos que favorezcan la concordia y la prosperidad de este país antes que seguir plantando cara con nuestras diferencias.

elObservadorDCLM