Maricón

Soy republicano. Insisto: soy republicano. Lo siento por algunos lectores que me siguen, pero soy republicano. Y no es la primera vez que lo digo. Elegir al Jefe de Estado es mucho más democrático que recibir el cargo por herencia o consanguinidad. Pero también soy ciudadano leal a la Constitución vigente, y por ello aguardaré a votar sobre ese tema cuando toque. Y mientras tanto, respetaré al Jefe del Estado y a la institución que representa, que es de todos.

Digo esto, a raíz de un repugnante programa televisivo que se emitió anteayer en la televisión pública vasca, un programa en el que se trató la figura del rey Felipe VI por las cuatro personas mejor informadas sobre la monarquía española, por las cuatro personas más independientes y equidistantes en el asunto monárquico, por las cuatro personas que más saben sobre lo que conviene o no conviene a España. 

Los cuatro sabios que dictaminaron la suerte de Felipe VI fueron los siguientes:

1-Oskar Matute, de Bildu. Demócrata desde anteayer.

2-Grabriel Rufián, de ERC. Rufián.

3-Aitor Esteban, del PNV. El de las nueces.

4-Juan Carlos Monedero, de Podemos. ¡Hasta siempre, comandante Chávez!

Y ya está. Ningún invitado más. Ni una voz discordante del Partido Socialista, de Ciudadanos, de Vox o del PP. Sólo estos cuatro prendas. Sólo estos cuatro artistas.

El título del programa ya apuntaba maneras: se llamaba “Felipe VI, el último rey de España”, y el asunto principal a debatir era “por qué  Felipe VI es más de derechas que su padre”.

Pero el despropósito final no quedó ahí. Los cuatro ilustres intervinientes, alentados constantemente por la presentadora, se pasaron medio programa debatiendo sobre la sexualidad del rey Felipe VI, cosa que al parecer es algo que debe ser tenido en cuenta por la audiencia.

Podría alargarme mucho para explicar qué se dijo sobre el rey. Pero vamos, lo resumiré en tres palabras: que es maricón.

Monedero, en particular, aludió a que la relación del entonces Príncipe Felipe con Eva Sannum se conoció “cuando se hacían chistes sobre su presunta homosexualidad”.

En fin, amigos y amigas. No tengo ni idea de con quién se acuesta o se deja de acostar el rey. Ni me importa lo más mínimo, salvo que sea con mi señora. Pero no. Le he preguntado a mi señora y lo niega rotundamente. Y conmigo, que soy varón, tampoco se ha acostado (el rey, digo, no mi señora). Por esa parte, tranquilo.

Pero que en el año 2019 se plantee como un problema la posible homosexualidad de alguien… vamos, vamos… Eso lo digo yo, o tú, o el PP, o Ciudadanos… y nos tenemos que exiliar de España. Por homófobos.

Y es que el derecho a la homofobia y a otras libertades de opinión tan sólo la tiene el rufián de Rufián, el demócrata de Bildu, el veleta del PNV y el progresista de Podemos. El resto, gente falible y mortal, hemos de hacer como en el cuento de la ratita presumida: comer y callar, comer y callar, comer y TRAGAR.

Y tragar, sí. Tragar con esta peste que se ha empeñado en cargarse la Constitución del 78. Tragar con esta lacra que se ha propuesto trocear el país en cachitos. Tragar con estos miserables que no se frenan ni para difamar al Jefe del Estado. Tragar con estos desleales que ya ni disimulan cuáles son sus objetivos: la disolución de España como un azucarillo en el agua; la burla a sus instituciones y la ruina del país.

Y esto lo digo yo, que soy republicano.

Y maricón, si hace falta.

Juan Manuel Jimenez Muñoz.

Médico y escritor malagueño.