Negociaciones y hemerotecas: las concesiones territoriales del PP a los nacionalistas catalanes y vascos

Paco Núñez le ha pedido a García-Page que “firme ante notario que los diputados socialistas de Castilla-La Mancha no votarán una investidura que haga concesiones territoriales a partidos como ERC”.

Concesiones territoriales y de otro tipo hizo el PP de Núñez a los independentistas. En mayo de 2001, Aznar llegó a reconocer que admitía que la independencia vasca “era legítima si no se impone por la fuerza”.

Años después, el Partido Popular y CiU cerraron un pacto para la legislatura 1996 al 2000 que el partido de Pujol cifró en 400.000 millones de pesetas, más de 2.400 millones de euros. Esa fue la cantidad que recibió Cataluña a cambio de apoyar al PP durante toda la legislatura. Entre las concesiones, se incluía la cesión del 33 por ciento de lo recaudado en el IRFP, el 35 por ciento de IVA, el 40 por ciento de impuestos especiales y la cesión de nuevas competencias, en tráfico, desempleo y puertos. El “Pacto del Majestic”, cerrado por Aznar y Pujol en el Hotel Majestic de Barcelona, incluyó también la destitución del líder del PP en Cataluña, Aleix Vidal-Quadras, uno de los mayores detractores del modelo de inmersión lingüística impulsado por Pujol.

Además de los independentistas catalanes, también apoyó el pacto con el PP el PNV por el que se otorgaron mejoras al Concierto Económico Vasco que ampliaba la recaudación de impuestos en alcohol, tabaco y gasolina. Entre otras concesiones, Mayor Oreja negoció con Xabier Arzalluz la devolución del patrimonio que durante la Guerra Civil le fue incautado al PNV. 

Aznar ofreció a Pujol la entrada de ministros de partidos nacionalistas en su gobierno pero CiU rechazó su oferta porque era preferible seguir funcionando como partido bisagra para mantener su capacidad de chantaje a una coalición que compromete a realizar juntos la acción de gobierno. Entonces dijo Pujol: "Imagínese un ministro de CiU en el Gobierno: no podría decir el Gobierno de la nación porque España es plurinacional y nuestra nación es Cataluña, y lo digo con todo respeto y con toda lealtad constitucional y no constitucional".

En el actual proceso de negociación, con tantos titulares  sobre los posibles acuerdos de Sánchez con los nacionalistas, conviene recordar que de las 15 veces que hemos votado los españoles desde 1977, solo en cinco ocasiones hemos tenido mayoría absoluta. En el resto, han sido necesarias negociaciones para entenderse con otras formaciones, muchas veces con partidos nacionalistas.

Una cosa son los notarios y otra las hemerotecas, señor Núñez.

elObservadorDCLM

Nota: Este artículo fue publicado en DCLM en diciembre del pasado año y ha superado las 85 mil lecturas. Volvemos a publicarlo dada su actualidad y añadimos la información aparecida en "Noticias de Navarra"  sobre la negociación del Gobierno de UPN-PP y HB en 1993, sin la actual polémica, pese a que en ese año ETA asesinó a 14 personas.

Las negociaciones entre PP, Unión del Pueblo Navarro y Herri Batasuna se produjeron para sondear las posibilidades de apoyo a los presupuestos que habían sido rechazados. El gobierno habló con Herri Batasuna de un posible acuerdo "de miles de millones de pesetas", en áreas como las haciendas locales o temas relacionados con la agricultura. Finalmente no se alcanzó un acuerdo económico pero, según recuerda el presidente Juan Cruz Alli: "la negociación es cierta, existió, y hubo más, como para Leitzaran o la pacificación, y en algunos casos para cuestiones que fueron fructíferas". Alli recibió en el Palacio un par de veces a Patxi Zabaleta y Adolfo Araiz, de HB, discutieron algunas partidas y al final no hubo acuerdo. Al tiempo, UPN encontró apoyo en el PSOE, aprobó los Presupuestos y empezó a cuajar una historia de colaboración que duró hasta 2015.

"Es decir, concluye el digital de Navarra, que tanto el Gobierno como HB reconocen que hubo contactos negociadores, que se desarrollaron con normalidad y que terminaron sin éxito. "Y no por nada que tuviera que ver con la violencia, sino por cuestiones puramente presupuestarias", apunta Araiz. De hecho, no recuerdan entonces una polémica equiparable a la tensión con la que se ha vivido el episodio ahora. Y eso que las circunstancias en 1993 eran peores. Alli se lo explica por la degeneración de los políticos. "Los de entonces veníamos del franquismo, de la transición, teníamos más conciencia democrática que los líderes políticos que han nacido en democracia, que han nacido ricos" políticamente y a los que les "falta sentido de la responsabilidad", bien por "ignorancia o desmemoria interesada". Zabaleta, por su parte, lo achaca a la estrategia de la derecha cuando está en la oposición. "Las declaraciones altisonantes siempre vienen de la derecha cuando está en la oposición, donde no saben estar con responsabilidad. Son capaces de hacer cualquier cosa con tal de volver al poder".

DCLM