El Gobierno murciano nervioso ante el Plan Director de la Red Natura 2000 de Castilla-La Mancha

Mientras el presidente de Murcia, Fernando López Miras, sigue culpabilizando del desastre medioambiental del Mar Menor a "la sociedad en su conjunto" y se siguen sucediendo las tropelías en la agricultura levantina, no sin antes haber terminado con el río más largo de la península ibérica, y tener los "Santos Testimonios" de acudir a la Cumbre del Clima a demostrar lo "ecolnomista" que es su Gobierno; se siguen sucediendo las voces que ponen de manifiesto el grado de interés medioambiental de la Región de Murcia a través de su director general del Agua o del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura. 

Durante este año 2019 la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) ha tramitado 78 expedientes, que ha enviado a la Consejería de Agricultura, Agua y Medio Ambiente murciana, al objeto de que se restituyan a su situación original, secano o vegetación, 1.157 hectáreas de las 9.500 denunciadas por los ecologistas. Sin duda alguna es un primer paso aunque aún queda mucho camino por recorrer con los regadíos ilegales.  

Mientras tanto el presidente de este organismo (CHS), Mario Urrea, afirma con rotundidad que se pueden proteger los espacios naturales de Castilla-La Mancha, con volúmenes inferiores de los que, el Gobierno de García-Page pide para el Tajo. Urrea considera que el aumento de los caudales establecido en el Plan Director de la Red Natura 2000 que está tramitando la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha es muy superior a las necesidades ambientales de la cuenca del Tajo ya que, a su juicio, se plantea "triplicar" los caudales en el tramo de la cabecera del Tajo hasta Aranjuez, lo que haría inviables los trasvases al Levante. Pero la CHS no puede hacer alegaciones al Plan Director aunque sí lo han hecho el Sindicato de Regantes (Scrats) y el Gobierno de la Región de Murcia.

Castilla-La Mancha tiene competencia para fijar los caudales necesarios en las 6 zonas de protección del tajo, aunque será el Plan Hidrológico del Tajo el que fije los excedentes que pueden ser trasvasados, pero es evidente que estos irán en función de los caudales establecidos. 

Por su parte el director general del Agua de la Región de Murcia, Antonio Luengo, tiene claro que de aplicarse las exigencias establecidas en este Plan Director de la Red Natura 2000, no habría llegado ni una sola gota de agua al Levante en los últimos 40 años. 

Lamentablemente se olvidan, con excesiva frecuencia, que existen unas sentencias que son las que exigen que la cuenca del Tajo disponga de unos caudales ecológicos. Sentencias a las que habrá que dar cumplimiento en algún momento por mucho que la Región de Murcia siga manteniendo su decreto de sequía, lo que viene a demostrar una vez más que el problema no es el agua, sino el contenido que se le da a la actividad agrícola, en el número de regadíos y en el control de la actividad agraria de la Región de Murcia, una región seca por naturaleza, aunque los imperativos dictatoriales de una época, que muchos quisieran olvidar, se empeñaran en llevar el agua del Tajo a contracorriente para desembocar en el Mediterráneo, creando una mentira ecológica.    

P. Moratilla