El gobierno, la derecha, los barones socialistas y las terceras elecciones

La derecha española apura los días que le quedan a España de Gobierno en funciones e incrementa su campaña para intentar por todos los medios la convocatoria de las terceras elecciones que, según algún sondeo fiable o no, favorecería únicamente a Vox y al Partido Popular.

Hay que imaginar en ese caso la campaña de la derecha asegurando que las terceras elecciones llegaron por la incapacidad de Pedro Sánchez para formar gobierno, apelando al hartazgo consumado de la ciudadanía y a la ira contra Cataluña. 

Habría que recordar una vez más que el PSOE evitó en su día las elecciones absteniéndose y permitiendo que gobernara Mariano Rajoy. Habría que recordar que han sido el PP y Ciudadanos quienes desde el minuto cero se han negado a facilitar la formación de un gobierno poniendo todos sus huevos en la convocatoria de esas terceras elecciones, para culpar a Pedro Sánchez de investirse con los votos de los nacionalistas y de su escasa capacidad de diálogo para alcanzar una mayoría suficiente.

Este filibusterismo y anti patriotismo político no castigaría en las urnas sin embargo a la derecha sino al resto de partidos, PSOE y Podemos que están tratando de sumar, en medio de un proceloso mar de influencias mediáticas y manipulaciones masivas.

Está muy bien que los barones socialistas cierren filas en defensa de la Constitución y también de sus regiones frente a previsibles concesiones territoriales que, por otra parte, siempre se han entregado desde PP y PSOE cuando los votos de los nacionalistas han sido necesarios.

Es loable que los barones socialistas sirvan como contrapeso al desmesurado papel bisagra de pequeños partidos que existen precisamente para eso, para imponer desmesuradas condiciones a cambio de facilitar de gobernabilidad de España. 

Está bien que los barones socialistas y la militancia tengan voz en las decisiones que adoptan los dirigentes del partido y toda la información sobre los acuerdos alcanzados, pero no es tan loable que transmitan siquiera la sensación de que siguen los consejos de Pablo Casado y le hacen el caldo gordo a la derecha que ha llegado a reclamar el apoyo de los partidos regionalistas y de los barones del PSOE con el fin de que resulte imposible cualquier acuerdo y que se celebren así las terceras elecciones que luego, cuando se convocan, nadie quería.

Se repiten elecciones pero también comportamientos. La hipocresía de la derecha no es fácil de descifrar pero ya nos vamos conociendo.

elObservadorDCLM