La pérdida de tiempo de 200 cargos del PP-CLM

El cambio de año ha propiciado como siempre un cúmulo de buenas intenciones y apariencias remozadas y Francisco Núñez, líder del PP en Castilla-La Mancha no iba a ser menos. Su presencia en las puertas del palacio de Fuensalida, con una barba que imita la de Pablo Casado o tal vez la de Santiago Abascal y rodeado de 200 altos cargos de su partido, dan un golpe de efecto a la ciudadanía, que lo primero que piensa es en los salarios que les pagan para hacer su trabajo de gestión y en el resultado que tendrá una acción como esta en la mejora de la vida de los ciudadanos.

Doscientos altos cargos del PP en la región que perdieron la mañana del pasado 7 de enero, acudiendo a una convocatoria realizada por el líder de los populares para hacer la típica "rabieta de niño mimado", o lo que es lo mismo gritar sin más objetivo que el de llamar la atención a las miradas que están puestas en otros sitios.  

Hasta ahí podría ser una simple maniobra política, uno de esos “golpes de efecto”  que utilizan los políticos para sacar rédito electoral, hasta que se escucha la reivindicación del acto. En este encuentro, Francisco Núñez, exige a García-Page que cumpla su palabra y ordene a los 9 diputados socialistas de la región votar en contra de la investidura de Pedro Sánchez.

¿Qué palabra es la que debe cumplir García-Page? la de que "España es un Estado social y democrático de derecho", la de la "unidad de España", la de la "línea constitucionalista para la resolución del conflicto independentista", o es que García-Page ha dicho alguna otra cosa que solo ha escuchado Francisco Núñez. 

Pero lo peor de todo ello es que estas palabras vienen de alguien que tiene un jefe, llamado Pablo Casado, que pretende mantener el trasvase Tajo-Segura a toda costa, incluso con los perjuicios que eso trae para Castilla-La Mancha, y lo hace precisamente para actuar frente a una ministra que defiende el fin del escarnio del río Tajo y el aumento de los caudales ecológicos en cumplimiento de una sentencia, del Tribunal Supremo, que parece que el Partido Popular no reconoce. ¿Por qué no exige Francisco Núñez a Pablo Casado que modere su lenguaje y que mire un poco por Castilla-La Mancha? ¿Por qué no ordena Francisco Núñez a Pablo Casado que defienda el fin del trasvase Tajo-Segura por el bien de los castellano-manchegos? 

El PP de Castilla-La Mancha pone el ojo en la política nacional cuando le interesa y es evidente que nunca lo pone en la política regional salvo para llevarse el agua a otro lugar, e incluso para traer basureros nucleares, o crear falsas expectativas con empresas que nunca llegan a asentarse en nuestra tierra como ocurrió con Giba-cars en Almansa, cuando el propio Núñez ofreció puestos de trabajo a sus vecinos, siendo alcalde de la localidad. A Núñez le gusta hablar de corridas de toros aunque luego las prohíba, de la misma manera en que rechaza basureros nucleares en su pueblo pero los defiende en otro lado.

Total el objetivo era que 200 altos cargos del PP perdieran una mañana, mientras los ciudadanos les pagan su sueldo, para "exigir" al jefe de los socialistas castellano-manchegos que "ordene" a 9 diputados socialistas votar en contra del secretario general de los socialistas en España ¿En qué cabeza cabe esta petición?. Es evidente que en la de Francisco Núñez, convocante de la pérdida de tiempo. 

DCLM