La edad invisible: "El mejor trabajo para la infancia es jugar"

Se les exigen destrezas que no corresponden con edad, ya no se les pega ni se les grita como hace años pero los adultos adaptan la vida de sus hijos a sus comodidades. Y también a su prisa, su nerviosismo: los padres les dedican menos tiempo de calidad y confían más en Internet que en sus maestros o pediatras. En vez de la edad de la inocencia ha pasado a ser la edad invisible.

Cuando conversamos con Joaquín, recordamos la frase de Borges “la principal obligación de los hijos para sus padres es ser felices” y un célebre pasaje de “Samarcanda”, el libro de Amin Maalouf: 

"En nuestros días, los viajeros tienen demasiada prisa, prisa por llegar, por llegar a toda costa, pero no se llega solamente al final del camino. En cada etapa se llega a alguna parte, a cada paso se puede descubrir una cara oculta de nuestro planeta, basta con mirar, con desear, con creer, con amar."

PREGUNTA: ¿Entre qué años de edad el ser humano es más invisible y por qué motivos?

RESPUESTA: Los primeros siete años son más invisibles, pasan desapercibidos porque no nos damos cuenta de que cuanto más despacio vaya el desarrollo de los niños a esta temprana edad, mucho mejor les prepara para una etapa posterior más emocional y más cognitiva. 
Durante los primeros siete años de vida se forman y desarrollan los sentidos corporales, como el tacto, la vista, el equilibrio, etc. En esos años, el mejor trabajo para la infancia es jugar, ahí es donde van a desarrollar todos esos sentidos gracias al cuidado físico, al afecto y al juego libre. 
Sentimos que durante esos primeros siete años de vida, a las niñas y a los niños se les exigen destrezas que aún no les corresponden, como andar, hablar, que estén quietos dibujando, que se relacionen con otros niños, que jueguen solos, que dejen el pañal a los dos años, que se comporten en la mesa... necesidades todas ellas de los adultos, para una vida cómoda de los adultos. Sin embargo, es mucho más importante que mejoren el equilibrio, el tacto, la vitalidad y el movimiento en esta primera etapa.
Dado que los pequeños son manejables y dependientes durante la primera infancia, no le damos importancia a unas necesidades que no saben ellos pedir y que son primordiales, por eso siento que es una edad invisible. 


“HA MEJORADO EL AUMENTO DEL RESPETO: NO SE LES PEGA NI SE LES GRITA, Y EN MUY POCOS COLEGIOS Y FAMILIAS SE LES CASTIGA…HA EMPEORADO QUE TIENEN MENOS TIEMPO DE OCIO, MÁS DEBERES, MANOS TIEMPO AL AIRE LIBRE”

P: ¿Qué ha mejorado y qué ha empeorado en el trato con los niños de esas edades en las últimas generaciones?

R: Sin duda, ha mejorado el aumento del respeto: no se les pega ni se les grita, y en muy pocos colegios se les castiga. En las familias ocurre lo mismo, por lo general, salvo casos muy concretos y aislados.
También hemos ganado en que la educación es menos reactiva, las familias y educadores están más concienciados en acompañar mejor al niño, en no reñirle ni intervenirle tanto. 
Sin embargo, estamos a años luz de lo que nos gustaría en el mundo de la educación infantil. Esto nos lleva a fijarnos en los aspectos en los que hemos empeorado: por ejemplo, los niños y las niñas tienen menos tiempo de ocio, más deberes, menos tiempo al aire libre. 
Es un hecho que buscamos más respeto que en los antiguos paradigmas educativos, pero a veces sentimos que nos faltan herramientas, que las familias y las escuelas se encuentran con que no saben cómo. Sentimos que falta calma, que hay nerviosismo y prisa a la hora de dejar que se desarrollen de manera natural las criaturas. Queremos una educación no violenta pero no conocemos la manera de abordarla.
Otro aspecto que ha empeorado el mundo del niño es la presencia de las tecnologías, ese problema antes no existía, y el incremento de estímulos les lleva a una mayor dispersión y menor concentración.
Otra característica negativa de la actualidad es que existen mayor comparación y mayor control. La primera, porque hay muchas opciones y comparamos entre unas y otras para conseguir la mejor escuela para nuestros hijos e hijas, así como la mejor opción en comparación con otros conocidos o familiares. Por su parte, el control lo vemos en la exigencia de que permanezcan sentados y en la cantidad de deberes que tienen ya con seis años. 


“LOS PADRES AHORA TIENEN MÁS PRISA Y ESO CAUSA DAÑOS COLATERALES A SUS HIJOS COMO LA FALTA DE TIEMPO DE CALIDAD O EL USO DE INTERNET PARA DECICIR SOBRE ENFERMEDADES EN VEZ DE ACUDIR AL PEDIATRA”

P: ¿En qué se equivocan los padres con sus hijos pequeños aunque seguramente lo hagan con la mejor de las voluntades?

R: Por mi experiencia, ahora los padres tienen más prisa y eso trae daños colaterales: 


        - La falta de presencia y de tiempo de calidad con los hijos e hijas, motivados.

        -  La mayor cantidad de padres y madres académicos ha supuesto una infravaloración del maestro e incluso de los pediatras, por lo que se ha visto dañada la unión necesaria entre las familias y los médicos, así como de las familias con la escuela. Internet ha facilitado que los padres se documenten y busquen soluciones rápidas, de tal manera que ha aumentado su intervencionismo en el mundo de la salud y de la educación fuera de casa de los pequeños. 


         -  Dado que el trabajo de educar es arduo y difícil, con las prisas y la búsqueda rápida de soluciones, se ha desnaturalizado el mundo del niño. 


"El sitio de tu recreo", una de las guarderías de Joaquín Ortega

“SI TENEMOS PADRES LIBRES, TENDREMOS NIÑOS LIBRES: DEJAS AL MAESTRO Y AL PEDIATRA LIBERTAD DE ACTUACIÓN SIN MUTUOS INTERVENCIONISMOS”

P: ¿Existe una tarea delimitada entre la guardería, la escuela y los padres o debería ser una formación complementaria? ¿Deben imponer los padres el tipo de formación humana que quieren para sus hijos?

R: Yo siento que el primer paso que corresponde dar a los padres es elegir qué escuela o jardín de infancia y qué médico quieren para sus criaturas. Es vital que tomen esas decisiones desde la serenidad, sin presión alguna por parte de su entorno; ni familias, ni conocidos, ni amigos deben influir en esa elección. Si tenemos padres libres, tendremos niños libres; no porque en el barrio digan que un colegio es el mejor, tiene qué ser porque sea el más nos guste. Debemos elegir con nuestro propio criterio y ser coherentes con lo que queremos como cabezas de familia. 

“CUANDO TÚ TE SIENTES EN CALMA, HACES SENTIR CALMA AL NIÑO Y TRANSMITES CALMA A LOS MAESTROS”.

Cuando una madre y un padre eligen una escuela y un pediatra, llega el momento de sentir confianza en ellos y dejar trabajar a los profesionales libremente, de esta forma, las familias no se colocan por encima de los maestros ni por debajo. Dejas al profesor, o al médico en su caso, libertad de actuación porque es un profesional cualificado y dejas que te acompañe en aquellas debilidades que como padre o madre tengas. Cuando se toman decisiones claras, se abandona el intervencionismo, tanto de las familias hacia los educadores como a la inversa. Cuando tú te sientes en calma, haces sentir calma al niño y transmites calma a los maestros. Ahí crece la unión y la confianza que te lleva a preguntar sin juicios, tanto al profesor como al pediatra. Es lo que yo denomino el triángulo benéfico entre los profesionales de la salud, de la educación y las familias. 

“A LOS NIÑOS SE LES ESTÁ HACIENDO ADULTOS ANTES DE TIEMPO, PIERDEN LA INOCENCIA DE LA NIÑES DEMASIADO PRONTO”

P: ¿Cuál es el principal motivo de tristeza y de alegría de los niños actuales?


R: Entre los motivos de tristeza que tienen los niños de hoy, he podido sentir por mi experiencia que vienen de estar muy intervenidos, no escuchados, retenidos en el movimiento, más controlados, como ya hemos explicado; y también por la interpretación desde el mundo adulto, lo que podríamos llamar etiquetas, al final las etiquetas caducan, pero el niño o la niña se ha quedado con la creencia de que es de una forma que le han calificado otros... 
Otro motivo de tristeza en los pequeños de hoy es la adultez; se les está haciendo adultos antes de tiempo, pierden la inocencia de la niñez demasiado pronto.
La alegría en los niños de hoy llega de un ambiente en calma y sano, donde no hay peleas, viene de los cuidados básicos y de la comprensión, sobre todo en la primera infancia, de la madre hacia el niño y del niño hacia la madre; la alegría procede de una buena observación por parte de los adultos que les proporciona la sensación de ser aceptados. 

P: ¿Cómo viven los niños las diferencias sociales que disfrutan o sufren los mayores, sus padres, padres ricos, padres pobres?

R:  Los niños no viven las diferencias sociales. Son felices con cualquier cosa con la que puedan jugar y con cualquier niño con el que puedan jugar. 


“TODAVÍA HAY MUCHO CONSERVADURISMO EN ESPAÑA EN EL MUNDO DE LA PEDAGOGÍA, NO SE PRODUCEN TANTOS CAMBIOS COMO SERÍA DESEABLE”. 


P: ¿ Arrastran algún tipo de traumas las actuales generaciones de los niños de aquellas escuelas donde se decía “la letra con sangre entra”; la memorización, la presión por aprobar que ahora también existe…

R: Aquí hay que desdramatizar; cada generación ha tenido su tipo de educación. Hay más respeto por las niñas y los niños, no queremos la educación del pasado. Pero aún estamos a años luz de lo que deseamos. Si queremos que vivan desde la memorización, y desde la presión por aprobar como ocurría hace 20 años y sigue ocurriendo, sabiendo como ya sabemos que nos aboca al fracaso escolar, sería nefasto. Y aunque vemos que no conviene seguir así, todavía hay mucho conservadurismo en España en el mundo de la pedagogía, no se producen tantos cambios como sería deseable. 


P: ¿Cómo se motiva más a un niño? ¿Palo? ¿Zanahoria? ¿Palo y zanahoria? ¿Qué opinas de las pantallas, el móvil, la Tablet, la televisión para tener ocupados a los locos bajitos? ¿Son locos bajitos?

R: Nosotros sentimos que a un niño se le educa desde la calma, desde la escucha, desde la determinación, desde la presencia, desde tener en cuenta sus necesidades. Y no desde nuestros deseos de comodidad o de competitividad con otros pequeños. 


P: ¿Qué ha mejorado y qué ha empeorado en el trato con los niños de esas edades en las últimas generaciones?

R: De momento estoy muy satisfecho, es pronto aún, pero tengo un equipo que está trabajando con mucho entusiasmo y quiero darles las gracias por el alcance que hasta ahora hemos conseguido, hemos presentado en diferentes ámbitos y ciudades el libro y estoy muy agradecido. También quiero agradecer su interés a todas las familias, profesionales y medios que se han hecho eco de La edad invisible, como es el caso del Diario de Castilla La Mancha. 

DCLM