Por fin, adiós al Cementerio Nuclear en Castilla-La Mancha

Entre los temporales, los virus, los conflictos políticos y económicos, por fin una buena noticia, particularmente para Castilla-La Mancha. Un la entrevista ofrecida este lunes por El País a Teresa Ribera asegura que el “no ve fácil que sea recuperable en ninguna circunstancia”, el cementerio nuclear previsto por el gobierno del PP en la localidad conquense de Villar de Cañas".

Fue el caramelo más envenenado que quiso regalar Cospedal a nuestra Región. Tanto ella como el gobierno de Mariano Rajoy estuvieron empeñados en realizar cuanto antes las obras del ATC en Cuenca. 

Ahora, el nuevo gobierno de Pedro Sánchez lo descarta. Estas son las palabras de la nueva vicepresidenta para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico: 

“La realidad mostró que la gestión del proyecto de Villar de Cañas no había sido particularmente acertada. No veo fácil que sea recuperable en ninguna circunstancia. Además, hay una oposición muy fuerte en todos los niveles. Tendrían que resolverse los problemas técnicos, que requerirían una inversión adicional muy importante. Pero tenemos la responsabilidad de abordar una solución para los residuos nucleares y abrir el debate con prudencia y seriedad. Hay que decidir si hay que instalar uno, dos o tres emplazamientos y si hay que hacerlo por regiones”.

UN EMPEÑO DE COSPEDAL Y DEL PP DE CASTILLA-LA MANCHA

Aunque en un principio, durante su campaña electoral en 2011, Cospedal se mostró en contra del cementerio nuclear, nada más ganar las elecciones se convirtió en su máxima valedora junto al gobierno de Mariano Rajoy, su ministro de Industria, José Manuel Soria; el ministro de Justicia y diputado cunero por Cuenca, Rafael Catalá y el delegado del Gobierno en la región, José Julián Gregorio. 

Cospedal nombró a un político de Ciudad Real, Francisco Gil Ortega, como presidente de Enresa para adelantar en lo posible las obras pero, en uno de los capítulos más oscuros de su enfrentamiento con Sáenz de Santamaría, Gil Ortega fue cesado de forma fulminante. Sin embargo, el PP nacional y de Castilla-La Mancha siguieron adelante con la intención de realizar el proyecto peses a las graves alegaciones de los expertos.

GARCÍA-PAGE, CONTRA EL CEMENTERIO

Nada más ganar las elecciones, en mayo de 2915, Emiliano García-Page inició una batalla política contra la creación del cementerio en Cuenca. Inició proyectos como la ampliación de la protección natural de la Laguna de Hito y paralizó el Plan de Ordenación de Villar de Cañas. Cospedal y el gobierno de Rajoy tardaron poco en contestar con una batalla legal contra las pretensiones de García-Page. Sin embargo, el presidente de la región logró paralizar el proyecto y ganar tiempo.

En enero de 2018, el ministro de Justicia y diputado por Cuenca, Rafael Catalá, reiteró el "compromiso" del Gobierno central con los proyectos industriales que, ha dicho, "lamentablemente, tan pocos tenemos en Cuenca y Castilla-La Mancha" y, en concreto, con el Almacén Temporal Centralizado (ATC) de residuos nucleares proyectado en la localidad conquense de Villar de Cañas, que considera "muy importante" que salga adelante.

En Castilla-La Mancha, estaban en contra del proyecto el PSOE y Podemos. El apoyo del PP en Castilla-La Mancha quedó patente en un pleno de las Cortes de Castilla-La Mancha donde se aprobó una resolución del PSOE por la cual pedían al Gobierno de la nación la paralización definitiva del proyecto del Almacén Temporal Centralizado (ATC) previsto en la localidad conquense de Villar de Cañas, propuesta que salió adelante con los votos a favor también de Podemos y los votos en contra del PP.

LLEGA PEDRO SÁNCHEZ

La situación política cambió con la moción de censura contra Mariano Rajoy y la llegada al gobierno del socialista Pedro Sánchez. La nueva ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, anunció pronto que se paralizaría la construcción del cementerio nuclear hasta que se redefina la política energética de España. Buena noticia pata la región y para el gobierno de García-Page y nuevo jarro de agua fría para Cospedal y para el alcalde de Villar de Cañas, José María Saiz quien salió a los medios más conservadores para vender de nuevo el proyecto.

La paralización fue bien acogida, como no podía ser de otra manera, por un importante grupo de asociaciones que forman la Plataforma contra el Cementerio Nuclear. Aseguraron en un comunicado que fueron "las protestas populares las que han paralizado el proyecto y no mencionan el trabajo realizado en contra del ATC por el Gobierno de Castilla-La Mancha".

LA PLATAFORMA CONTRA EL CEMENTERIO NUCLEAR

La Plataforma se convirtió durante muchos años en el altavoz de la protesta de los ciudadanos de la región contra el cementerio. Convocaron manifestaciones, elaboraron informes y, por fin, albergaron buenas noticias cuando el gobierno envío una carta al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) indicándole que suspendiera la emisión de su informe en relación con la autorización de construcción del ATC. Las celebraciones y el intercambio de parabienes entre los activistas de la Plataforma Contra el Cementerio Nuclear, se sucedieron entonces: "El movimiento antinuclear está de enhorabuena y aunque no es el cierre definitivo, se ha dado un paso de gigante para que el ATC de Villar de Cañas sea Historia".

Entre sus muchos comunicados, destacamos estas palabras que pueden definir bien su particular batalla contra la instalación del cementerio en Cuenca:

"La Plataforma ha tenido que enfrentarse a un potente lobby que ha difundido de forma exitosa, en medios de comunicación generalistas, mentiras, medias verdades e informaciones engañosas, alarmando a los ciudadanos con la urgencia de construir el ATC. La más recurrente, es que se está llevando el combustible gastado (CG) a Francia y pagando desde hace muchos años, cantidades enormes al país vecino, por hacerse cargo de estos residuos. Se trata de una operación planificada de difusión de información falsa pretendiendo reducir el conflicto a un problema de la provincia de Cuenca y de CLM cuando tiene un calado mucho más profundo".

Parece que, con las decclaraciones de Ribera, el caso queda zanjado. El Gobierno de Sánchez anunció la apertura de un proceso de planificación sobre el modelo energético, en el que definirá el encaje de la energía nuclear y el proceso de desmantelamiento de las centrales. Una vez definido este proceso, añaden, será el momento de discutir el modelo de gestión de los residuos nucleares que (en todo caso) deberá ser participado y democrático.

DCLM