¿PAC para quién?

Parece extraño preguntarnos esto, pero los datos ofrecen resultados sorprendentes. Tanto es así, que los principales benefactores de fondos de la PAC son administraciones y entidades públicas, seguidas por las grandes potencias de la industria alimentaria y las cadenas de distribución. Esto es, quienes ahogan a los pequeños productores fijando precios de ruina son los que se llevan la parte del león de los fondos de la PAC.

¿Pero, es este el único desajuste de la Política Agraria Común? Desde luego que no. Desde sus inicios, lo que se prometió como solución a los problemas de la agricultura comunitaria ha sido en realidad una estrategia que solo ha beneficiado a grandes latifundios, e incluso los ha fomentado con el abandono de las pequeñas explotaciones.

Cada reforma de la PAC ha sido diseñada y pensada contra las explotaciones familiares, buscando su cierre y favoreciendo al abandono del medio rural. ¿Como se explica que el 72% de los fondos vayan a los llamados ‘pagos directos’ y que el 90% de los beneficiarios de estos pagos directos no estén obligados a producir y reciban la subvención exclusivamente por la ‘superficie’ declarada?

Blanco y en botella. El objetivo es reducir el número de solicitudes con el discurso liberal de que no son rentables y hay que apostar por la concentración. Claro que el liberalismo económico no es otra cosa que intervención a favor del grande para perjudicar al pequeño.

Veamos un ejemplo: las industrias lácteas pagan una mínima cantidad al ganadero por el litro de leche y la PAC subvenciona con otra mínima cantidad el precio de la leche ¿A quién beneficia la subvención? Sin duda a la industria, que sigue comprando la leche a un precio ridículo. Este ejemplo nos vale para cualquier producto agrario y saber quién es realmente el beneficiario de la PAC.

ElObservadorDCLM