8 DE MARZO: Castellano-manchegas que hicieron historia. Brunegilda (Toledo)

Brunegilda, princesa visigoda hija menor de Atanagildo,  nació en Toledo en el año 543. Cuando tenía 11 años su padre fue elegido rey de Hipania y cuando contaba 22 años, Sigeberto I, rey de Austrasia, le pidió en matrimonio. Brunegilda tuvo que dejar su religión arriana para convertirse al cristianismo y así casarse con el rey de una tierra que incluía territorios del este de la actual Francia, oeste de Alemania, Bélgica y los Países Bajos.

La toledana era una mujer culta definida por los cronistas de la época como "una mujer joven de modales elegantes, hermosa figura, honesta, decente, de buen consejo y agradable conversación", una posición muy chocante con la "barbarie" de la época y sin duda una personalidad muy adelantada a su época.

Un año después de su matrimonio, su hermana mayor se casó con un hermano de su marido, llamado Chilperico. Un personaje que ha había estado casado anteriormente y que tenía una amante que mantuvo tras este matrimonio. Tal vez por ello, la joven princesa, hermana de Brunegilda, apareció muerta degollada en su propia cama, al tiempo que la amante de su marido, una figura siniestra, ocupaba su lugar.

Una vez muerto el padre de Brunegilda, fue ella misma quien reivindicó la devolución de la dote de su hermana por la traición del marido, pero solo consiguió que le fueran entregadas las cinco ciudades otorgadas a la novia como regalo de boda, entre las que se encontraban Burdeos y Limoges.

Este hecho inició un enfrentamiento entre los hermanos y las esposas de estos que duró toda la existencia de las dos parejas y que se llevó por delante muchas vidas.

El cuñado de Brunegilda intentó recuperar, por la fuerza, estas ciudades pero cuando el esposo de Brunegilda estaba a punto de conseguir la victoria, Chilperico envió dos sicarios que acabaron con la vida de su hermano. Una vez viuda Brunegilda su cuñado ya no se conformaba con las cinco ciudades, sino el reino completo de la princesa. Para ello la hizo encarcelar junto con sus hijos, pero consiguieron escapar de aquel encierro.

La toledana entonces se casó con su sobrino, hijo de su enemigo principal, cuando ella tenía 32 años y el 19. La nobleza de la época la acusó de incesto y de lascivia. El padre del novio anuló aquel matrimonio y envió al joven a ordenarse sacerdote al tiempo que le prohibió el uso de armas y lo excluyó de la línea sucesoria.

El joven consiguió escapar aunque poco después fue asesinado junto con el obispo que celebró el matrimonio, mientras la princesa consiguió de nuevo escapar de la situación. Muertes e intentos imputados a la esposa-amante de su cuñado.

Brunegilda asumió la regencia de su hijo y comenzó a actuar como soberana de Austrasia. Con 60 años seguía decidiendo sobre los asuntos de Estado y las luchas  de poder de los francos a través de sus nietos, incluso muertos los nietos, seguía exigiendo los derechos sucesorios para su biznieto.

Muerto Chilperico y su amante, cogió el relevo de “enemigo” uno de los hijos de su cuñado, quien la apresó y la sometió a juicio y a tormentos. Con 70 años la exhibió desnuda sobre un camello, animal que en aquel momento se le consideraba deforme y ridículo. Fue torturada durante 3 días y finalmente atada a las patas de cuatro caballos que acabaron por desmembrarla.

Así, cruelmente, terminó la vida de una mujer inteligente que defendió el derecho romano y mejoró ciudades en favor del pueblo, lo que le hizo granjearse los odios de la nobleza, durante 47 años.

Una figura muy reconocida en Europa, hasta el punto de inspirar a Richard Wagner para la elaboración del personaje de la valquiria Brunilda en su obra "El anillo de los nibelungos", definida por el compositor como una mujer que "posee la fuerza de 12 hombres". Su comportamiento fue toda una osadía inteligente en el tiempo "de hombres" que le tocó vivir y en el que pudo dejar constancia de esta fuerza de doce hombres que no era sólo física.

P. Moratilla