Los "especialistas" en la gestión de crisis

No. No buscaremos aquí culpables del coronavirus por mucho empeño que pongan  desde la extrema derecha en relacionar la expansión de la pandemia con las movilizaciones del 8M. Todas sabemos que eso es una falacia misógina, incluidos los del laboratorio de bulos de VOX.

Si hubiera que buscar culpables habría que mirar hacia quienes desmantelaron la sanidad pública y enviaron a nuestro personal sanitario a hacer turismo laboral por media Europa. Hoy hemos sabido que la tardanza en que entraran en funcionamiento las UCIs del hospital de campaña del IFEMA obedecían más a la falta de personal especializado que de medios técnicos.

Podríamos situar también parte de la culpa en quienes desmantelaron nuestra I+D+i, y regalaron científicos españoles a medio mundo después del esfuerzo de formarlos. Relacionada con esta verdad de Perogrullo me viene a la memoria que el Gobierno de Rajoy no solo recortó los presupuestos en investigación, sino que dejó para el siguiente ejercicio el 60% de lo presupuestado en 2016.

En fin ¿desmantelaron los servicios públicos, desmantelaron la producción industrial y tecnológica, cerraron los centros de investigación, y ahora se ponen estupendos? Pues sí. Así son nuestras derechas, muy patriotas pero muy poco ilustradas y nada comprometidas con el interés general.

Un claro exponente del cinismo de la derecha es Javier Maroto. Lo reúne todo, gay que vota en contra del matrimonio homosexual pero después utiliza la Ley; critica la negociación con los nacionalistas pero pactaba con Bildu cuando gobernaba en Vitoria; reivindica la ética en política y se ha tenido que empadronar en CyL para cobrar el sueldo de senador porque sus paisanos vascos no le han votado.

Maroto dice que el PP acumula una larga experiencia en la gestión de las crisis. Le recordamos algunos de sus éxitos: caso Prestige y los hilitos de plastilina de Rajoy, caso Yak 42 y los cadáveres equivocados de Trillo, caso 11M y las mentiras de Aznar y Acebes, caso Metro de Valencia… este es su verdadero aval: la MENTIRA.

Gretel Lovecrafth