Aute ya está en Albanta

Poco a poco se fueron marchando las voces y los ecos, las escrituras y poemas de la gente a la que admiré toda mi vida. Se fueron Eduardo Galeano, Facundo Cabral, Mario Benedetti, Mercedes Sosa… pero aun así, siguen quedándome “Dos o tres segundos de ternura”.

Hoy perdí a uno más. Al escuchar la noticia lo primero que se me vino a la cabeza fue el “Feo mundo inmundo” que se ha llevado a Luis Eduardo Aute. La noticia se ha clavado en lo más profundo de mi corazón, sin poder evitar ver pasar por mis recuerdos “La belleza”, “Las cuatro y diez”, “De alguna manera”…

Le sentí por primera vez “Al Alba” en la voz de Rosa León, pero teniendo claro la lucidez de la mente que concibió tan precioso poema. Mientras todo el país cantaba “Rosas en el mar” con la voz de Massiel; Aute veía censurada la letra de su canción por la época que le tocó vivir.

Sin embargo a mis quince años me impulsó “a Vivir”;  a ir “A por el mar…”. Me ayudó a ser valiente, y puso música y letra a mis pensamientos. Fue feliz bailando “Slowly”; soñé con “Albanta” y con ella enseñé a soñar a mi hijo a modo de nana simple y mágica. Amé como él,  con “Alevosía”, y me quité penas con el estribillo de “Anda…”. Sentí complicidad y comprensión cuando le oía cantar “Ay de ti… ay de mí” y en las situaciones ácidas atiné a ver “Besos como balas” para mirar a la guerra con “Carne de cañón”.

Mientras buscaba en la cartelera mi mente repetía “Cine... Cine… Cine… más cine por favor”… Y aprendí tanto “De tu ruido”…que al finalizar el día, siempre me quedo con  “Dos o tres segundos de ternura”… antes de contemplar “El universo”, y soñar con el “Hafa Café” porque sé que “Me va la vida en ello”.

“Mira que eres canalla” irte tan pronto y con el bullicio de una pandemia que nos impide despedirte como mereces. Claro que es verdad que uno no puede elegir el momento. “No hay manera” de saber previamente cuándo llegan estas despedidas.  

Este domingo en el que se cumplen 22 días de confinamiento, solo “Pasaba por aquí” cuando me asaltó tu noticia y evocó tantos y tantos momentos compartidos, porque como tú “Prefiero amar…”porque “Queda la música” y  porque “Quiero seguir viviendo contigo” en el recuerdo para ir a buscar “Rosas en el mar”.  

Siento en este momento, como me he quedado “Sin tu latido”, aunque podría haber sido más tarde, “Tarde… muy tarde”, mientras intento llenar tu recuerdo de toda la energía necesaria, para mantenerte por siempre en mi pensamiento, como ha sido hasta el día de hoy; sin dejar de preguntarme “¿Quién eres tú?” que has sido capaz de dejarme escribirte algo, utilizando solo tus propias palabras.

Me conformaré pensando que estás en “Albanta”, porque te fuiste “A vivir” a otro mundo, ahora que por fin vas “A por el mar”.

Hasta siempre Eduardo…

P. Moratilla