El mal uso del Derecho para hacer política; o la vergüenza ajena de los jurídicos de vocación

 Los titulares que dimanan de la formación de Abascal cada vez sorprenden menos. Inicialmente podían sorprender, ahora más bien nos alertan de "en manos de quién" está la política de nuestro país. 

Difuminan, desdibujan, encubren y engañan con formaciones, agrupaciones, asociaciones, o colectivos. La última los Abogados Cristianos, cuya presidenta Apolonia Castellanos está vinculada a la formación a través de su marido, candidato de Vox al Senado por Valladolid. 

Abogados Cristianos, ha presentado una demanda contra los delegados del Gobierno en Andalucía, Castilla-León y Murcia ¿el motivo?. Al parecer se trata de la supuesta comisión del delito de "interrupción de culto", tipificado en el artículo 523 del Código Penal. 

Todos los casos que "defiende" la abogada de Vox, han salido en las páginas de sucesos, por la intervención de la policía, dado que los participantes en el mismo estaban fuera de su vivienda habitual, es decir habían desobedecido el confinamiento ordenado por el estado de alarma declarado para luchar contra una pandemia mundial que pone en riesgo la vida de las personas. 

Apolonia, no ve riesgo, sino solamente una "interrupción del culto", y aprovecha su alegato jurídico para afirmar con rotundidad que "el Gobierno utiliza esta situación para imponer una agenda laicista" y que "se trata de una persecución religiosa". 

Su posición no representa la libertad de culto, sino la irresponsabilidad de defender la posibilidad de contagiar a la ciudadanía para realizar un culto que desde el mismísimo Vaticano, se hace a través de internet y sin asistentes. ¿Quién es más malo quien intenta salvar vidas o quien defiende lo indefendible siendo abogado defensor?  ¿Que ha de prevalecer la "libertad de culto" o el "derecho a la vida y a la integridad física y mental"?

No hacen falta cinco años en la Facultad de Derecho para encontrar la respuesta correcta, aunque con estos cinco años de Derecho si se distingue a quien vulnera el Código Deontológico de la profesión. Recientemente el Consejo General de la Abogacía y su propio colegio profesional les requirieron para retirar una publicidad previsiblemente"desleal", que debería haber llevado la imagen de un "buitre" (para dar idea de la realidad), intentando aprovecharse de la crisis del coronavirus y del dolor de los afectados. La Asociación Libre de Abogados ya ha presentado una denuncia ante la comisión de deontología del Colegio de Abogados de Madrid, aportando los certificados digitales de la existencia de las páginas de su publicidad. Estos son los abogados cristianos de Vox, de los que se avergüenzan los colegios de abogados y probablemente los cristianos también. 

P. Moratilla