Así vio Manuel el último Pleno en el Congreso de los Diputados

Me llamo Manuel y nací en el año 1937, 82 años a mi espalda y creía haber visto de casi todo. 

Me queda  un vago recuerdo de las carreras que hacía mi madre con sus cinco hijos bajando a los sótanos de la casa en la que vivíamos en la calle Arenal de Madrid. Los obuses estallaban muy cerca y uno de mis hermanos gritaba frenéticamente - “coger al niño”  “coger al niño”- corríamos, yo en brazos, para escondernos en la cueva. Dura, muy dura esta época en la que mi padre salía a intentar conseguir algo para que todos pudiéramos comer. Un día se presentaron dos milicianos para llevarme a Rusia. Mi madre les contesto que muy bien, pero que tenían que llevarnos a los seis porque si no de su casa no salía nadie. Afortunadamente los dos milicianos se dieron la vuelta y se marcharon. Aprovecho este momento para elogiar a todas las mujeres de esa época, duras, trabajadoras, fuertes, valientes, muy valientes, mujeres ejemplares y únicas en los tiempos que tuvieron que soportar lo insoportable.

En cuanto a mi padre le dieron dos paseíllos hacia el Cuartel de la Montaña uno, los de un bando y otro los del otro, en ambos casos se salvó porque cuando iban caminando se encontró con amigos que pudieron rescatarle. No quiero extenderme demasiado porque la cosa no va de mi vida, sino del enunciado del escrito.

Ayer, cuando televisaron el Pleno pensé, bueno todos los grupos estarán a la que tienen que estar que supongo que será como combatir el Mal. Al principio, cuando empezó este joven alto, guapo, con unas ojeras que le llegaban a la mandíbula me dije- sigamos escuchando, que casi todos aportaran soluciones-. Continúa el Pleno y sale a la palestra el del caballo. No tengo ninguna duda, el Mal no solo daña los pulmones y otras zonas, el Mal les llega a las neuronas. Es imposible que una persona que parece seria y que tiene un caballo, pueda hacer ese discurso en la situación que estamos, situación de guerra contra el Mal, enemigo común de todos y en la que todos deberíamos   unirnos y enfrentarnos a él. Pensé bueno, este es nuevo en el foro y querrá hacerse notar.

Madre mía, madre mía, madre mía, cuando empezó a hablar el otro joven ya no pude más, este tiene más dañado el cerebro que el del caballo. Tiene la memoria jodida. No se acuerda que su antecesor “El Gallego”, prodigio de frases sin sentido, inacciones en todo lo que tocaba, en lugar de convocar elecciones, se dejó hacer una moción de censura metiéndose en un bar, saliendo de noche en situación límite. ¿Se le ha olvidado todo lo que tiene detrás su partido? ¿Se cree que su actitud le reportara algún voto que venga de gente neutral? Está mal aconsejado, aunque le joda debía estar apoyando con todas sus energías al alto, guapo y con ojeras.

Y alguien me preguntará, dime Manuel, ingenuo, pedazo de memo, ignorante (aquí en esta zona se pueden poner cualquier tipo de adjetivos calificativos) y tu ¿Qué esperabas?

Del Sr. que supongo ira al congreso en caballo, la verdad es que poco. Tiene mucha gente detrás y no da la talla. 

De él  joven  sucesor de El Gallego, la verdad es que de ese si esperaba mucho más. Esperaba que tuviera el valor de apoyar y haciendo de tripas corazón hubiera dicho, no es momento para cuestionar todo lo que creo que se ha hecho mal  porque, de ello, ya llegara el momento. Pido a todo mi partido que ayuden, que aporten ideas, que sean generosos a ver si podemos,  entre todos,  muera la menor cantidad de gente posible. Quizás, con esta postura algún día podrían ganar las elecciones.

Identificación de personas por orden de aparición en el escrito:

Manuel, yo, que como he votado en todas las elecciones  lo he hecho de buena fe y lo he hecho a  la derecha y a la izquierda: Ignorante (aquí en esta zona se pueden poner cualquier tipo de adjetivos calificativos, soy consciente de ello) 

El joven alto, guapo y con ojeras: Pedro Sánchez

El Sr. del caballo: Santiago  A.

El Joven sucesor de El Gallego: Pablo C.

El Gallego: En los sobres M.R.

Hasta pronto

Manuel, El Confundido