30.09.2023

LA JUVENTUD ATRACADA

Por José Luis Real

Este ensayo de amena lectura, a pesar de ser un libro de economía con sus inevitables tecnicismos, es una reflexión sobre la situación de la juventud en una sociedad cada vez más envejecida. José Ignacio Conde-Ruiz es economista, profesor universitario y, además, un conocido y respetado analista y divulgador muy presente en los medios de comunicación. El título tan llamativo podría resultar exagerado, pero en este caso presenta su tesis en la portada del libro: “un electorado envejecido cercena el futuro de los jóvenes”. Ya en 2017, en parecidos términos, publicó el periodista Joaquín Estefanía “Abuelo, ¿cómo habéis consentido esto?”. El texto parecía un reproche de una generación, que había vivido los estragos de la gran crisis económica, producida por la burbuja inmobiliaria, y que sabía que ya viviría peor que sus padres.

En esta ocasión, Conde-Ruiz y su hija Carlotta analizan la realidad de los jóvenes en los aspectos vitales del día a día, como son el empleo, la vivienda, el cambio climático y el ocio. Con nombres impronunciables hay una  clasificación de las generaciones, de esta manera llamamos boomers a los nacidos antes de 1967; la Generación X  a los que nacieron entre 1967  y 1980;  los Millennials  entre 1981 y 1996. Finalmente a los nacidos a partir de 1997 se les llama  la  Generación  Z, que es  la generación  de Carlotta,  por lo general son nativos digitales, que conocen la precariedad laboral, y que han sufrido de manera más brusca los efectos del aislamiento por la pandemia del  coronavirus, con problemas de salud mental.

Los datos son claros y contundentes, cuando nos referimos al electorado de los años ochenta: el 16 % eran mayores de 64  años y el 35% los jóvenes que tenían entre 18 y 34 años.  En cambio, en 2023, los pensionistas son el 25 % de los votantes frente a un reducido 21 % de jóvenes.   Por lo tanto, los partidos políticos centran sus campañas electorales en el granero más numeroso de votos, con políticas más conservadoras, todas muy respetables y necesarias, como  las pensiones y la sanidad. Sin embargo, José Ignacio Conde-Ruiz como  economista y, sobre todo como padre, reconoce que  son insuficientes  las políticas sociales y públicas dirigidas a las juventud. Hay un cortoplacismo de la política, porque los gobiernos de la naturaleza e ideología que sean solo piensan en el presente   y han perdido el enfoque a largo plazo, y para esto necesitan tener en cuenta a las generaciones más jóvenes.

 José Luis Real