La no fiebre de Adri

Por Kimi

09.03.2022

Me hijo ha salido a su padre en esto de ponerse muy, muy pesado. Mi vecina Flori que es psicóloga dice que las rabietas expresan un estado de ansiedad y frustración pero yo creo que mi perlita es muy pequeño para saber qué son esas cosas y que uno no se pone malo hasta que no conoce el nombre de su enfermedad. Cuando voy al fisio, lo primero que le digo es que no me ponga nombre a mi dolor por ejemplo una condropatía rotuliana, ¡no!, no me lo digas porque el cartílago se siente protagonista y lo más probable es que ya me de la lata toda la vida como mi hijo que es un pesado, igual que su padre. Ahora dice que él nunca tiene fiebre y que tenemos que ir al médico porque el nunca tiene fiebre y que todos sus amigos y sus primos tienen fiebre y que él también quiere tener fiebre cuando tenga fiebre. Así de pesado. La verdad es que cuando mi hijo se pone malo con mocos y eso nunca tiene fiebre, vamos al médico y nos pregunta: ¿ha tenido fiebre? No. Y entonces, el médico pasa porque parece que una enfermedad solo es importante si tienes fiebre y si no la tienes es que estás sano o que tu enfermedad no es importante. Entonces, le digo a mi Adrián: Adri, para ya, vamos al médico a decirle que nunca tienes fiebre, ponte el abrigo. Vamos a la consulta de don Arturo, mire don Arturo, resulta que mi hijo Adri nunca tiene fiebre aunque esté malito y queremos saber si está enfermo o qué pasa, doctor.

Señora, ¿cómo era su nombre? Clara, me llamo Clara, le dije al doctor que ya me había empezado a caer mal: no soporto el mal empleo del castellano, no se dice “cómo es su nombre” sino “cuál es su nombre”, Clara, me llamo Clara. Pues mi querida Clara (ya estamos), la fiebre no es una enfermedad y no tener fiebre, tampoco, todo lo contrario, es no tenerla. Cuando a su hijo le ataque una bacteria o un virus y le produzca una pielonefritis ya me contará usted si tiene fiebre, ¿alguna cosa más, alguna receta que necesiten? No, doctor, nada más. 

Adri salió de allí callado, cariacontecido y yo también. Le dije: Adri, vamos a ir a la consulta del doctor Ombligo a ver qué opina. 

El doctor Ombligo escuchó pacientemente nuestro relato y también le contamos lo que nos había dicho el doctor Arturo. Bueno, Clara, podría tratarse de una alteración del termostato de Adri, algo que no provoque vasoconstricción del hipotálamo, a ver Adri: ¿meas muy a menudo, a veces tienes mucha hambre y otras poca, duermes bien, tienes mucha sed? Mi hijo, dije yo, come como una lima y es un tirillas porque no para un momento, mea cuando tiene que mear y duerme como un lirón pero es un poco pesado y se coge perras como todos los niños, ahora le ha dado con esto de la fiebre...

El doctor Ombligo nos dijo que volviéramos al día siguiente con el termómetro que solemos usar en casa y así lo hicimos. Estuvo tomando la temperatura de Adri y la mía. Luego llamó a Rita, la enfermera y en todos los casos, nuestro termómetro marcó 35 grados. El doctor Ombligo nos explicó que el primer termómetro databa del siglo XVII cuando Galileo puso vino dentro de un tubo y que luego fue Fahrenheit, a principios del XVIII quien inventó el primer termómetro moderno con una escala que precisamente lleva su nombre, una escala más famosa que su inventor, dijo, y añadió que el termómetro digital como el nuestro apareció en 1973, en Estados Unidos ¿Desde cuando tienen ustedes esté termómetro? Le dije que más o menos desde ese año porque lo compramos cuando salieron los digitales sin el mercurio que no es bueno, según dicen.

Entonces, ¿le cambiamos la pila o compramos uno nuevo?

Kimi