Vox y su ejército de zombis

Existe un gran abismo entre la realidad que se vive estos días en los hospitales y en el interior de muchas viviendas de todo el mundo y la miserable ficción que manejan en España esos grupos políticos de la derecha y su horda de seguidores que parecen carecer de un cerebro útil, un alma sensitiva o una conciencia dotada de valores humanos. Son la vergüenza de todo el planeta.

Mientras unos se dedican a salvar vidas poniendo en peligro las suyas, otros solo pretenden captar adeptos a los que inocular su odio, multiplicando el número de contagios y elevando el tono de sus agravios. Viven en una realidad paralela que se alimenta de la peor bilis, sueltan su veneno con el que pretenden pincharnos en vena sus agujas de odio, son los humanos aliados del virus que recorre el planeta como un heraldo negro de enfermedad y muerte.

El ejército de zombis se alimenta de las peores sobras que van recogiendo por el camino, su gran victoria es hacer virales, y nunca mejor dicho, sus peores maquinaciones: ¿qué pretenden, además de sembrar en las conciencias su propio encono permanente?

Inútil destrucción, frente al esfuerzo por salvar vidas y salir adelante de una de las peores crisis a las que se ha enfrentado la humanidad. Resulta inconcebible que supuestos referentes morales, que presumen de conducir a la sociedad hacia los valores espirituales más elevados, no denuncien este sucio y vano intento de aprovechamiento político por parte de partidos como el PP y Vox. Cuando elaboran esos montajes de ataúdes con la bandera de España para sembrar resentimiento y captar fanáticos, demuestran que se están comportando como una secta infame, manipuladora de conciencias.

No es fácil responder a tanto odio sin odio, pero es una trampa en la que no debemos caer para seguir así mucho más cerca de quienes suman sus esfuerzos en sacarnos de esta pesadilla.

elObservadorDCLM